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Temblor en Nueva York: ¿por qué los sismos son tan infrecuentes en la ciudad?

Aunque los sismos son raros en esta zona del país, por las condiciones del territorio, suelen sentirse hasta distancias más lejanas. Uno de los más fuertes ocurrió a finales del siglo XIX.

05 de abril de 2024 - 04:13 p. m.
Empire State Building Observatory.
Empire State Building Observatory.
Foto: Cortesía Julienne Schaer/NYC & Company

Este viernes, un sismo de magnitud 4,8 remeció a la ciudad de Nueva York, una urbe ajena a los temblores frecuentes o de gran intensidad.

A las 10:23 a. m. hora local (9:23 a. m. hora Colombia), el epicentro del sismo se ubicó en la comunidad de Whitehouse Station, en el área de Lebanon, en el contiguo estado de Nueva Jersey.

La profundidad fue superficial, de apenas 5 kilómetros.

Hasta el momento, no se han reportado daños o heridos. “No tenemos información en este momento sobre daños significativos (pero) seguimos evaluando la situación”, escribió en X Fabien Levy, el portavoz del alcalde de Nueva York, Eric Adams.

Usuarios de redes sociales informaron que el temblor se sintió en toda la ciudad de Nueva York, de icónicos rascacielos. De hecho, según versiones citadas en medios, el movimiento se experimentó hasta Filadelfia (a más de 150 km de Nueva York).

Por cierto, ambos estados (Nueva York y Nueva Jersey) son dos de las jurisdicciones con mayor población latinoamericana. Más de 200.000 colombianos viven en ambos, según datos citados por el Migration Policy Institute.

¿Por qué son tan infrecuentes los sismos en Nueva York?

Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), la geología al este y al oeste del sistema de cordilleras denominado Montañas Rocosas, que se extiende por el occidente de Norteamérica, entre Estados Unidos y Canadá, es muy distinta.

La ciudad de Nueva York, Filadelfia y Wilmington, al este de la cordillera, “están lejos de los límites de placas más cercanos, que se encuentran en el centro del océano Atlántico y en el mar Caribe”.

Son características muy distintas a las de la parte occidental de Estados Unidos, en donde la actividad sísmica es frecuente, principalmente por la cercanía con la famosa falla de San Andrés.

En el este, por el contrario, la actividad sísmica es tan infrecuente que es un asunto menos estudiado, con muchas fallas aún sin detectar. “En consecuencia, pocos terremotos, si es que hay alguno, en el corredor urbano pueden vincularse a fallas nombradas”, explica el USGS.

Pero las características del territorio también hacen que los sismos se sientan de forma distinta.

“Los terremotos en el centro y este de EE. UU., aunque menos frecuentes que en el oeste de EE. UU., normalmente se sienten en una región mucho más amplia”, explica el USGS.

“Al este de las Montañas Rocosas, un terremoto se puede sentir en un área hasta diez veces mayor que un terremoto de magnitud similar en la costa oeste. Un terremoto de magnitud 4,0 en el este de EE. UU. normalmente se puede sentir en muchos lugares hasta a 100 km (60 millas) de donde ocurrió, y rara vez causa daños cerca de su origen. Un terremoto de magnitud 5,5 en el este de EE. UU. generalmente se puede sentir a una distancia de hasta 500 km (300 millas) de donde ocurrió y, a veces, causa daños a una distancia de hasta 40 km (25 millas)”.

Los terremotos en la historia de Nueva York

“Desde la época colonial, los habitantes del corredor urbano Nueva York-Filadelfia-Wilmington han sentido pequeños terremotos y han sufrido daños por los poco frecuentes terremotos más grandes”, cuenta el USGS.

Tras el sismo de este viernes, se ha comentado que en la memoria colectiva hay poco registro de fuertes temblores en la zona. “Los terremotos moderadamente dañinos ocurren en algún lugar del corredor urbano aproximadamente dos veces por siglo, y los terremotos más pequeños se sienten aproximadamente cada 2 o 3 años”, explica la entidad.

Según el sitio web del Plan de Mitigación de Riesgos de la Ciudad de Nueva York, la probabilidad de un terremoto fuerte es “moderada”; sin embargo, “el riesgo aumenta debido a la densidad de población de la ciudad de Nueva York, la escala de su entorno construido, las interdependencias de sus sistemas de infraestructuras críticas, la antigüedad de sus infraestructuras y la elevada proporción de edificios que se construyeron antes de que se adoptaran las disposiciones de diseño sísmico en los códigos de construcción de la ciudad en 1995″.

Según dicha fuente, entre 1700 y 1986, se han registrado en el estado de Nueva York más de 400 terremotos de magnitud 2,0 o superior.

“Entre 1973 y 2012, el estado de Nueva York solo tuvo dos terremotos dañinos de magnitud 5,0 o superior. Históricamente, los terremotos de mayor magnitud tienen un ‘periodo de retorno’ más largo en la ciudad de Nueva York. Es decir, ocurren con mucha menos frecuencia que los terremotos más pequeños”.

Uno de los terremotos más relevantes, ocurrió el 10 de agosto de 1884, entre Brooklyn y Sandy Hook (Nueva Jersey).

“Según los informes de la época sobre los daños causados, los científicos estiman que fue un terremoto de magnitud 5,2″, cuentan los expertos de mitigación del riesgo.

Aunque puede parecer una magnitud relativamente baja, según los registros el remezón se sintió fuertemente y a distancias tan lejanas como Virginia y Maine, probablemente debido a lo que explica el USGS, citado anteriormente.

El terremoto dañó en ese momento chimeneas y edificios de ladrillo en Nueva Jersey y Nueva York.

“Teniendo en cuenta la cantidad de edificios construidos y urbanizados a lo largo del río Hudson y en la ciudad de Nueva York desde 1884, si hoy se produjera un terremoto de la misma magnitud, los daños materiales y personales serían mucho mayores”, prevé el Plan de Mitigación.

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