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Una tranquila cena en un bar ubicado al lado de una playa en Barra da Tijuca, Río de Janeiro, terminó en una tragedia que ocupa los principales espacios informativos de ese país. No es para menos, tres médicos que asistían a un congreso en la ciudad fueron ejecutados a disparos; un cuarto hombre que estaba en la mesa se salvó de milagro; está recluido en una clínica con pronóstico reservado, según medios locales.
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Los médicos estaban sentados a la mesa en un bar del paseo marítimo de Barra, una zona acomodada de la ciudad y la más turística, cuando fueron sorprendidos por varios tiradores vestidos de negro que bajaron de un vehículo blanco, según un video difundido en la prensa.
Uno de los asesinados, identificado como Diego Ralf Bomfim, de 35 años, era hermano de la diputada federal por Sao Paulo Samia Bomfim, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), y cuñado del diputado Glauber Braga, representante de la misma agrupación política por Río de Janeiro.
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El PSOl es el partido de Marielle Franco, una consejal negra asesinada en 2018, supuestamente por sus acciones contra milicias paramilitares.
Los investigadores aún intentan establecer los motivos del ataque.
“Ante la hipótesis de una relación con las acciones de dos parlamentarios federales, ordené a la Policía Federal seguir las investigaciones sobre las ejecuciones de médicos en Rio”, indicó el ministro de Justicia y Seguridad, Flávio Dino, en un mensaje en X, antes Twitter.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva manifestó en la misma red social su “gran tristeza e indignación” por la “ejecución” de los médicos y se solidarizó con los legisladores y con otros familiares de los fallecidos.
El PSOL exigió investigar el crimen “de forma rigurosa y eficiente, para que los responsables sean identificados”, en una nota divulgada en sus redes.
Río de Janeiro vive una espiral de violencia que motivó esta semana un anuncio de medidas del gobierno federal para reforzar el combate a organizaciones criminales, como el envío de 300 agentes y 50 vehículos a la región.
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