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Al menos una docena de empleados del arzobispado de Colonia, el mayor de Alemania, trataron de acceder “de forma masiva” a contenidos pornográficos desde su puesto de trabajo, según informaron este viernes varios medios alemanes.
El propio arzobispado confirmó hoy en un comunicado que una revisión rutinaria de ciberseguridad realizada por una empresa externa el año pasado reveló que, en el periodo de un mes, se habían detectado intentos de acceder a “páginas web peligrosas”.
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“Me ha decepcionado que algunos trabajadores hayan intentado acceder a páginas pornográficas con la ayuda de dispositivos que nuestra arquidiócesis les ha proporcionado para trabajar”, declaró el arzobispo, Rainer Maria Woelki.
“A más de uno el consumo de pornografía le parece inofensivo. Pero yo concurro con el papa Francisco, que lo condena y alerta de sus peligros, en particular el daño a la dignidad humana”, agregó.
Según el diario local Kölner Stadt-Anzeiger, el primero en dar la noticia, la revisión realizada el año pasado detectó al menos un millar de intentos de acceder a páginas pornográficas —algunos por parte de “clérigos de alto rango”— que fueron bloqueados por los filtros de seguridad.
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Algunos medios alemanes plantearon que posiblemente se podría haber tratado de acceder también a contenidos de explotación infantil, ya que entre las búsquedas documentadas se encuentran “porno joven” y “adolescentes”.
La fiscalía de Colonia declaró a la cadena regional WDR que por el momento no existe sospecha de delito, pero que todavía se está examinando la lista proporcionada por el arzobispado.
Los casos de abuso sexual y pedofilia en Alemania
El cardenal Rainer Maria Woelki ofreció el año pasado su renuncia al papa tras ser blanco de críticas por su gestión de casos de abuso sexual con menores, pero el pontífice no la aceptó. Woelki es investigado por la Fiscalía debido a la sospecha de que dio falso testimonio en un caso de abusos sexuales, en el que aseguró no tener conocimiento de la existencia de alegaciones contra el acusado.
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Un informe de la Iglesia alemana publicado en el 2018 reveló que 3.677 niños fueron abusados sexualmente por más de 1.600 miembros del clero desde 1946. Solo un 38 % de los victimarios fue procesado por la justicia. El resto solo fueron sometidos a procedimientos disciplinarios, en los que fueron trasladados a nuevas comunidades sin ningún tipo de alerta sobre lo que habían hecho.
El informe reveló el sistema de encubrimiento en la misma institución. Desde ese momento, la Conferencia Episcopal alemana hizo el compromiso de hacer lo que esté en sus manos para impedir nuevos crímenes perpetrados por integrantes de la Iglesia.
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