Gobierno de Egipto reprime protestas contra al-Sisi y arresta a miles de personas, incluso niños

Organizaciones como Amnistía Internacional se han quejado por la campaña de represión en Egipto contra los opositores del presidente Abdel Fattah al-Sisi. Las autoridades del país han arrestado a miles de manifestantes, dentro de los que destacan por lo menos un centenar de menores de edad.

- Redacción Internacional
08 de octubre de 2019 - 01:21 p. m.
Los manifestantes acusan al gobierno de malgastar fondos públicos en palacios y hoteles, mientras en el país el 32,5% de ciudadanos viven por debajo del umbral de pobreza. / EFE
Los manifestantes acusan al gobierno de malgastar fondos públicos en palacios y hoteles, mientras en el país el 32,5% de ciudadanos viven por debajo del umbral de pobreza. / EFE

Egipto se encuentra sumida en una fuerte campaña de represión, según advierten organizaciones internacionales de defensa de derechos humanos. Desde el pasado 20 de septiembre, por lo menos 3.120 personas han sido detenidas por manifestarse contra la el gobierno de Abdel Fattah al-Sisi. Amnistía Internacional, que ha advertido sobre la rudeza y arbitrariedad de estas detenciones, ha señalado que dentro de los arrestados se encuentran por lo menos 111 menores de edad, algunos incluso con apenas 11 años de edad. Según la organización, esta es la mayor campaña de arrestos desde la llegada al poder de Al Sisi en las elecciones de 2014, un año después de haber liderado un golpe de Estado contra el Gobierno de los Hermanos Musulmanes que derrocó al entonces presidente, el islamista Mohamed Mursi.

“El gobierno del presidente al-Sisi ha orquestado esta campaña de represión para traer abajo toda mínima señal de desacuerdo, y para reducir al silencio a todos los disidentes. La ola sin precedentes de los arrestos en masa, que también ha afectado a personas que no participan en las protestas, envía un mensaje claro: cualquier persona que se considere una amenaza para el gobierno va a ser golpeado”, declaró Najia Bounaim, director de las campañas en el Norte de África de Amnistía Internacional.

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Los ciudadanos detenidos son requisados por los servicios de seguridad del gobierno en puntos de control, donde se les exige presentar sus teléfonos para examinar cualquier tipo de material político alusivo a la oposición dentro de ellos. Según el Consejo Nacional de Derechos Humanos de Egipto y varios grupos de defensa de derechos locales, esta es una práctica inconstitucional. Dentro de los cargos que se les imputan a los detenidos se encuentran ayudar a un grupo terrorista, difundir información falsa, el mal uso de las redes sociales y la participación no autorizada en protestas.

Los arrestos más sonados hasta el momento son los de Alla Abd El-Fattah, activista egipcio de larga data, y Abd El-Fattah, su hermana. Las detenciones incluso han afectado a los ciudadanos extranjeros. Dos universitarios, uno inglés y otro estadounidense, fueron arrestados y acusados de espionaje semanas atrás.

“Nos detuvo un oficial vestido de civil que pidió ver nuestros teléfonos. Desbloqueé mi teléfono y se lo entregué. Revisó todas las aplicaciones de redes sociales que tenía”, dijo Aaron Boehm, ciudadano estadounidense, según informó The Guardian. El oficial encontró artículos de noticias sobre las protestas en el teléfono de Boehm, y detuvo a la pareja durante más de una hora mientras leían todos sus mensajes. “Desde ese momento, me vendaron los ojos por un total de alrededor de 15 horas”, agregó Boehm.

Semanas atrás, luego de que estallaron las protestas contra el gobierno, las autoridades egipcias advirtieron a los medios nacionales y extranjeros las pautas de cobertura sobre las manifestaciones. Se les pidió a los reporteros que cumplan estrictamente con los códigos de conducta del país y que “presenten los puntos de vista de una manera equitativa que incluya la postura del Estado o de quien lo representa”. También se advirtió que “las redes sociales no deberían ser consideradas como fuentes de noticias debido a “la cantidad de cuentas e información falsa” que circula allí.

Si bien ha aparecido información incorrecta sobre las protestas, como videos de manifestaciones de años anteriores, las redes sociales son el único medio que hoy no está controlado por el gobierno, por lo que se convirtió en una vía de suma importancia para los manifestantes. Esta semana se descubrió evidencia de una serie de ataques cibernéticos contra periodistas, académicos y activistas en una operación aparentemente dirigida por el gobierno egipcio.

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Totalmente inesperadas e inéditas bajo el régimen de Sisi, que lleva un cabo una represión despiadada contra la oposición, las manifestaciones se producen luego de la difusión de videos de un empresario en el exilio que acusa de corrupción al jefe de Estado. Las protestas contra el liderazgo de al-Sisi en Egipto ya cumplen tres semanas. Los manifestantes acusan al gobierno de malgastar fondos públicos en palacios y hoteles, mientras en el país el 32,5% de ciudadanos viven por debajo del umbral de pobreza.

El presidente se ha mantenido firme, enmarcando el levantamiento como noticias falsas perpetradas por potencias extranjeras para desestabilizar el país. “A lo largo de las últimas décadas, la guerra ha tomado diferentes formas y formas hasta que ahora se dirige a la moral del pueblo y entra en las casas de los ciudadanos a través de nuevas plataformas de medios”, declaró el mandatario.

 

Por - Redacción Internacional

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