La salud del expresidente de Egipto Mohamed Morsi, quien fue derrocado y encarcelado en 2013 en un golpe militar, se está deteriorando, según indicó su hijo mayor este jueves.
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A través de su cuenta de Facebook, Ahmed Morsi, el hijo mayor del expresidente, dijo que los oficiales de la prisión “insisten en negarle a mi padre (quien ha estado en prisión por cuatro años y medio) los cuidados médicos que necesita, a pesar de que su salud se esté deteriorando”.
Entre tanto, el hijo menor de Morsi, Abdullah, le hizo un llamado a las autoridades para que transfieran a su padre, de 66 años, a un hospital privado para que pueda ser sometido a una cirugía por un problema ocular causado por la diabetes.
En una audiencia en la corte, realizada este miércoles, un juez ordenó que Morsi fuera sometido a una serie de exámenes médicos que serían costeados por él mismo.
Morsi está pagando una pena de 20 años en prisión por “asesinar manifestantes” en 2013.
El expresidente enfrenta una serie de cargos adicionales, que van desde “fuga” hasta “espionaje”.
Morsi, junto con otros demandados, han negado consistentemente los cargos en su contra, mientras que observadores independientes dicen que las acusaciones tienen motivaciones políticas.
El expresidente y líder del ahora proscrito grupo de la Hermandad Musulmana se convirtió en el primer presidente elegido libremente de Egipto, a mediados del 2012.
Sin embargo, un año después fue derrocado por el Ejército de Egipto, que asesinó a cientos de sus seguidores y dejó a otros miles tras las rejas.