Muere a los 95 años Robert Mugabe, el expresidente de Zimbabue que se convirtió en déspota

El expresidente de Zimbabue Robert Mugabe, el jefe de Estado más longevo del mundo antes de su forzada dimisión en 2017, falleció hoy a los 95 años en un hospital de Singapur. Durante sus 37 años de gobierno se caracterizó por gobernar con “puño de hierro” y por sus polémicas declaraciones.

Redacción AFP Y EFE
06 de septiembre de 2019 - 12:34 p. m.
El expresidente Robert Mugabe de Zimbabue terminó al frente de su país tras la guerra independentista. Su esposa, los veteranos de guerra y el vicepresidente le cerraron el camino para gobernar hasta los 100 años en 2017. / AFP
El expresidente Robert Mugabe de Zimbabue terminó al frente de su país tras la guerra independentista. Su esposa, los veteranos de guerra y el vicepresidente le cerraron el camino para gobernar hasta los 100 años en 2017. / AFP

Durante sus 37 años de mandato a la cabeza de Zimbabue, hasta su caída en 2017, Robert Mugabe pasó de ser un héroe de la independencia y amigo de Occidente a tirano que provocó el hundimiento económico de su país. El expresidente, quien murió este jueves a los 95 años, renunció al poder en noviembre de 2017 ante la presión del ejército.

"Fue un dirigente formidable, pero el poder terminó degenerándolo al punto de que puso a Zimbabue de rodillas", resumió Shadrack Gutto, profesor de la Universidad de Sudáfrica.

Cuando en 1980 tomó el mando del país, recién surgido de la antigua Rodesia, una colonia británica donde gobernaba una minoría blanca, su discurso sobre la reconciliación y la unidad le valió elogios a nivel internacional.

"Ayer, ustedes eran mis enemigos, hoy son mis amigos", dijo el exjefe de la guerrilla.

Ofreció puestos ministeriales clave a blancos e incluso autorizó que su jefe, Ian Smith, permaneciera en el país. El revolucionario Mugabe, lleno de diplomas, era visto como un dirigente modelo. En 10 años, el país avanzó a pasos de gigante: construcción de escuelas, de centros de salud y de nuevas viviendas para la mayoría negra. Pero su brillo inicial no tardó en desvanecerse. Vea también: Lo que no se sabía de la dimisión de Mugabe

En 1982, envió al ejército a la provincia "disidente" de Matabeleland (suroeste), tierra de los Ndebele. La represión, brutal, provocó unos 20.000 muertos. En la década de los años 2000, los abusos contra la oposición, fraudes electorales y especialmente su violenta reforma agraria convirtieron a Mugabe en un paria internacional.

Dirigida en gran medida a aplacar a los enojados veteranos de guerra que amenazaron con desestabilizar su gobierno, la política de reforma agraria destruyó el sector agrícola crucial, hizo que los inversores extranjeros huyeran y ayudó a hundir al país en la miseria.

"Mugabe no era humano (...) Uno podía admirar sus capacidades y su intelecto (...) pero era una persona horrible y poco fiable", dijo el antiguo ministro de Relaciones Exteriores británico Peter Carrington, a la biógrafa del expresidente, Heidi Holland.

En las últimas décadas de su mandato, Mugabe, siempre con sus gafas de pasta, asumió un papel de antagonista de Occidente. Valiéndose de una retórica virulenta, responsabilizó en sus discursos a las sanciones occidentales de la aguda crisis económica del país, aunque estas sólo le afectaban a él y a sus colaboradores y no a toda la economía.

"Si la gente dice que eres un dictador (...) entonces uno sabe que están diciendo eso simplemente para manchar y socavar tu estatus, así que uno no debería prestarle mucha atención", afirmó en 2013, en un documental.

El tema de la sucesión fue un tabú que se extendió durante décadas, pero después de que Mugabe cumpliera 90 años, se abrió la veda y la élite en el poder se enfrascó en una lucha despiadada. Grace, su segunda mujer, una exsecretaria 41 años menor que él que aspiraba a sucederle y a quien el Zanu-PF suspendió de militancia, dijo que incluso pasados los 80 años se levantaba antes del amanecer para hacer ejercicio. Pero en los últimos años, sufrió más de un tropezón y algunas caídas en público. En otra ocasión pronunció un discurso equivocado para la apertura del parlamento.

Mugabe, nacido el 21 de febrero de 1924, en una familia católica en la misión de Kutama, en el noroeste de Harare, ha sido descrito como un niño solitario y estudioso, con un libro en la mano incluso cuando cuidaba el ganado. Después de que su padre abandonara a la familia cuando tenía 10 años siguió concentrado en sus estudios y obtuvo el grado de profesor. Le puede interesar: El invierno inevitable de Robert Mugabe

Inicialmente se identificó con el marxismo y durante su época estudiantil en la Universidad de Fort Hare, en Sudáfrica, se codeó con muchos de los futuros líderes africanos. Después de ejercer como profesor en Ghana, donde quedó muy influenciado por el presidente y fundador del país, Kwame Nkrumah, decidió volver a Rodesia, donde fue detenido en 1964 por sus actividades políticas. Pasó 10 años en prisión.

Su hijo de cuatro años, fruto de su primer matrimonio con la ghanesa Sally Hayfron, murió mientras estaba en prisión. El líder de Rodesia, Ian Smith, le denegó el permiso para asistir al funeral. Pero, tras décadas en el poder, la oposición en su contra comenzó a tomar fuerza.

"Su verdadera obsesión nunca fue la riqueza personal, sino el poder", dijo el biógrafo Martin Meredith.

"Año tras año Mugabe se mantuvo al mando mediante la violencia y la represión, cargando contra los opositores políticos, transgrediendo a los tribunales, pisoteando los derechos de propiedad, suprimiendo a la prensa independiente y amañando las elecciones", describió.

Siempre se caracterizó por sus polémicas declaraciones, entre las que destacan comparaciones que se hizo con Cristo y con Adolfo Hitler. Estas son algunas de sus frases más polémicas y famosas:

1. FOBIA A LA OPOSICIÓN Y EL REINO UNIDO."Solo Dios, quien me nombró, me eliminará, no el MDC (opositor Movimiento para el Cambio Democrático), no los británicos. ¡Solo Dios me eliminará!", dijo Mugabe en una reunión electoral en 2008.

2. "Este Hitler solo tiene un objetivo: justicia para su pueblo, soberanía para su pueblo, reconocimiento de la independencia de su pueblo y sus derechos sobre sus recursos. Si ese es Hitler, déjame ser diez veces Hitler", espetó en un discurso en 2003.

3. "Necesitamos continuidad en nuestra raza. Y eso viene de la mujer y no de la homosexualidad. John y John, no; María y María, no. Son peores que los perros y los cerdos", señaló en una entrevista concedida a la radio estatal ZDC en 2015.

4. "África debe volver a ser lo que era antes de que los imperialistas la dividieran. Estas son divisiones artificiales que, en nuestro concepto panafricano, buscaremos eliminar", manifestó en un discurso en Salisbury (actual Harare) en 1962.

5. "Nuestro partido debe seguir generando miedo en el corazón del hombre blanco, nuestro verdadero enemigo", comentó Mugabe en un mitin político de su partido Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF) en 2002.

6. "He muerto muchas veces. Ahí es donde he vencido a Cristo. Cristo murió una vez y resucitó una vez. He muerto y resucitado y no sé cuántas veces moriré y resucitaré", indicó acerca de los rumores sobre su muerte en la radio estatal en 2012 por su 88 cumpleaños.

7. "Nuestra economía es cien veces mejor que la economía africana promedio. Fuera de Sudáfrica, ¿qué país es (tan bueno) como Zimbabue? Lo que falta ahora son bienes en los estantes, eso es todo", adujo en una entrevista en 2007.

8. "Que el señor Bush lea la historia correctamente. Que se dé cuenta de que personalmente y en su capacidad representativa como actual presidente de Estados Unidos, defiende esta 'civilización' que ocupó, colonizó, encarceló y mató. Él tiene mucho que expiar y muy poco para darnos lecciones sobre la Declaración Universal de los Derechos Humanos. De sus manos gotea sangre inocente de muchas nacionalidades", afirmó ante la Asamblea General de la ONU en 2007.

9. "Hemos luchado por nuestra tierra, hemos luchado por nuestra soberanía. Por pequeños que seamos, hemos ganado nuestra independencia y estamos preparados para derramar nuestra sangre. Entonces, Blair quédate con tu Inglaterra y déjame quedarme con mi Zimbabue", dijo en la Cumbre de la Tierra en Sudáfrica en 2002.

10. "Los votos del pueblo y las armas del pueblo son siempre gemelos inseparables", apuntó en un discurso de tono revolucionario en 1976 como comandante del Ejército Africano de Liberación Nacional de Zimbabue.


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Por Redacción AFP Y EFE

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