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Alarma en Chile por robo de cajeros automáticos

El número de cajeros bajó de 9.288 en enero de 2013 a 7.877 en septiembre de 2014. dice informe.

AFP
16 de diciembre de 2014 - 02:36 p. m.
Alarma en Chile por robo de cajeros automáticos

"¿Hay dinero?", pregunta afligido un hombre a una señora que sale de una comisaría. Conseguir efectivo en Chile se convirtió en una odisea, por el incremento de los robos a cajeros automáticos, que comenzaron a ser instalados en unidades policiales.

La pregunta no es retórica en el popular barrio Renca de Santiago, donde según sus vecinos quedan muy pocos cajeros funcionando, la mayoría em el interior de supermercados que operan en horario comercial. Después que cierran, es casi imposible conseguir efectivo.

"A la vuelta está el banco, pero hubo un 'bombazo' (en el cajero) y todavía no hay reposición", explica resignado a la AFP Hardy Mora, que llegó hasta la comisaría para sacar algo de dinero.

Instalar cajeros automáticos en unidades policiales es una medida temporal que se tomó para hacer frente a la cada vez menor oferta de dispensadores, tras los constantes robos por parte de delincuentes que los ven como una presa fácil.

Y los dispensadores que no han sido robados y siguen funcionando tienen tanta demanda que al poco rato se quedan sin dinero.

Según la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras de Chile (SBIF), el número de cajeros bajó de 9.288 en enero de 2013 a 7.877 en septiembre de 2014, en coincidencia con un alza de robos a dispensadores de 152% en el último año, de acuerdo a la Fiscalía.

- Un botín apetecido -

Fácil de robar y con un suculento botín, los cajeros automáticos son un objetivo apetecido por los ladrones en Chile, quienes también tienen a su favor las bajas penas asociadas a este delito.

Hasta hace poco arriesgaban solo 61 días de cárcel por robar un cajero. Ahora, tras una modificación de la ley, la pena se elevó a entre tres y cinco años.

Las técnicas se han diversificado y hasta exportado a otros países. La más común últimamente, según explica a la AFP un comisario de Carabineros de Recoleta, es la de saturar la habitación donde está el cajero con gas, y hacerla explotar con una chispa. También es frecuente usar el oxicorte, un tipo de soplete cortante que rompe el dispensador.

Los críticos acusan a la banca, que registró un aumento interanual de 35% de sus ganancias (3.688 millones de dólares de beneficio entre enero y octubre de este año), de no invertir en medidas de seguridad.

El resultado es un dolor de cabeza para el cliente, sobre todo en sectores más populares, donde no se logra encontrar dinero.

Las quejas por falta de cajeros son tantas, que el Servicio Nacional del Consumidor creó un sistema de alerta virtual para informar de las fallas. En un solo fin de semana, se recibieron 980 quejas de 629 cajeros fuera de servicio o que no tenían dinero disponible.

- Cajeros con resguardo policial -

Para hacer frente a las críticas, sobre todo en época pre navideña, el estatal Banco Estado decidió instalar cajeros en las comisarías.

En Renca, mientras unos denuncian y otros permanecen detenidos en calabozos, los vecinos sacan dinero en un cajero habilitado en cubículo de plástico ubicado a la entrada de la unidad policial, bajo la mirada de la policía.

"Es bueno tener la certeza de que hay un cajero que está funcionando y que no va a ser reventado porque está al frente de una comisaría. Es una gran medida", asegura a la AFP Mora tras hacer un giro.

Los detractores de la medida critican el hecho de que la policía subsidie la seguridad que debería estar a cargo de privados. Si bien Banco Estado es público, cualquier usuario puede usar sus cajeros.

"El sistema privado debería financiar los costos de las operaciones de seguridad, y no traspasar la seguridad a Carabineros", dice de su parte Carlos Lagos, vecino de Renca.

Hace un año, cuando se inició una nueva oleada de robos, los bancos fueron conminados a través de un decreto a aumentar la seguridad de sus cajeros,con medidas como anclarlos a la pared, instalar alarmas o entintar los billetes.

Pero hasta ahora no hay muchos avances.

La banca se defiende, asegurando que aumentar la seguridad no es compatible con un buen servicio.

"Los bancos no pueden cumplir simultáneamente con la exigencia de mejorar la seguridad de los cajeros que le exige el decreto 222 y mantener al mismo tiempo la misma calidad de servicio", señaló en un comunicado enviado a la AFP el presidente de la Asociación de Bancos, Jorge Awad.

La SBIF, el ente regulador, ha propuesto un proyecto para subir al 95% la disponibilidad de cajeros, con multas de hasta un millón de dólares por fallas reiteradas.

Mientras, por los próximos seis meses, seguirán funcionando en comisarías. "Me parece que es una medida desesperada, pero es la que está funcionando", sentencia Rodrigo García, vecino de Renca

Por AFP

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