Lleno total. Más de 30 mil personas se reunieron en el corazón de Bogotá para conmemorar el Grito de la Independencia.
Sonidos de selva y pájaros empezaron a salir de la oscuridad total hasta que las luces se pusieron sobre el Capitolio, donde se recreó el encuentro del mundo afro e indígena con los españoles a través de danzas, percusiones, proyecciones y luces. María Mulata le dio voz al espectáculo desde las alturas del edificio.
El segundo acto se realizó en el Palacio de Justicia. El dolor fue escenificado por representaciones de Jesucristos posmodernos con los ojos vendados. El cuerpo de una muñeca gigante fue tomado por la cantante Victoria Sur, quien de la mano de la música de César López crearon imágenes poéticas. El rojo preponderó en este escenario, que representa un país que ha estado marcado por las heridas.
Fuegos artificiales empezaron a salir de la Casa del Florero y una figura voladora atravesó la plaza deslizada por una cuerda. María Mulata interpretó la canción de la esperanza y les dio paso a la alegría y el optimismo del tercer acto. Siguió el Cholo Valderrama, quien ambientó la plaza a ritmo de joropo llanero .
Después, las fachadas de la Alcaldía fueron recorridas por toda la fauna y flora colombianas. La tecnología del mapping, proyecciones en 3D, se tomó el edificio para salirse por las ventanas y mezclarse con el público. Un acto impresionante, con el sello del Festival Iberoamericano de Teatro, se impuso en esta plaza, que logró estremecerse con un final de fuegos artificiales.