El vuelo 915, que debía decolar de Miami en las horas de la noche del domingo, nunca despegó.
Los pasajeros se enterarían tiempo después de que el mismo había sido cancelado. Y eso, sólo porque desde Bogotá algunos familiares y allegados llamaron a Estados Unidos a preguntar la razón por la cual en las pantallas del aeropuerto Eldorado de Bogotá aparecía la cancelación del mismo.
Los funcionarios de American Airlines no dieron explicación alguna a los pasajeros, la mayoría de ellos colombianos, quienes tuvieron que pasar la noche en el aeropuerto, pero buscando sus maletas y tratando de reubicar su itinerario.
Según los viajeros, ningún trabajador de la empresa aérea quiso dar explicaciones de la cancelación y sólo se dedicaron a desinformarlos enviándolos de un lado a otro dentro de la Terminal.
Las únicas opciones que les dieron era viajar hasta los días miércoles o jueves. Si decidían hacerlo antes, los gastos corrían por cuenta de los pasajeros.
Al parecer, no sólo el vuelo a Colombia fue cancelado. También habría ocurrido lo mismo con los viajeros que se dirigían a Brasil.
Algunos pasajeros desesperados prefirieron viajar a otros destinos, desde los cuales luego harían conexión para finalmente arribar a la capital colombiana.