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NASA entrega pruebas del cambio climático

El cambio climático de la Tierra quedó en evidencia con el deshielo ártico, una modificación de los patrones pluviales y la contaminación de las nubes, dijo este miércoles el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA.

El Espectador
13 de diciembre de 2007 - 05:22 p. m.

Dicho organismo informó en un comunicado que los datos proporcionados por sus satélites han ayudado a los científicos a tener una mejor idea de los factores que influyen en la situación meteorológica, así como a comprender más a largo plazo el actual cambio climático.

Los resultados de sus análisis formaron parte de tres estudios presentados esta semana ante una asamblea de la Unión Geofísica de EE.UU., realizada en San Francisco (California).
Uno de esos estudios, realizado por el Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas, examinó la influencia de las nubes polares en la disminución récord que sufrió la capa de hielo en el Ártico durante 2007.

Con la información del satélite CloudSat y el satélite de rayos infrarrojos, además de la proporcionada por el llamado Tren-A de satélites geoestacionarios, los científicos descubrieron que la capa total de nube sobre la zona donde ocurrió la mayor parte del deshielo fue un 16 por ciento menor que en 2006.

Eso significó un aumento de 2,4 grados centígrados en la temperatura del agua, lo suficiente como para derretir 0,3 metros de hielo marino.

"Estos resultados resaltan la importancia de la variedad climática en un ambiente ártico más cálido", dijo Jennifer Kay al presentar ese informe.

"Nuestros datos demuestran que cuanto más claros estuvieron los cielos hubo mayor energía solar para derretir el tenue hielo marino y calentar la superficie", añadió.

El Tren-A de la NASA está formado por cinco satélites cuyos datos proporcionan la distribución y evolución globales de las nubes, ayudando con ello a mejorar los pronósticos meteorológicos y la predicción climática.

Otro estudio realizado también con el CloudSat y dirigido por científicos de la Universidad de Colorado descubrió que las lluvias árticas fueron más frecuentes y más intensas sobre los océanos que lo que se creía.

"Estos resultados sugieren que está cayendo más agua del cielo, al menos sobre los mares, que lo que suponíamos", dijo John Hayness, científico de la Universidad de Colorado.

Agregó que, además, sugieren la posibilidad de que se reconsideren los actuales modelos climáticos basados en el ciclo hidrográfico.

"Al mejorar nuestro conocimiento sobre los actuales patrones pluviales se podrían mejorar las proyecciones sobre un aumento o una disminución de la lluvia en el futuro", agregó.

En el último estudio estudiantes de la misma universidad dijeron haber descubierto la primera prueba global de que la contaminación de las nubes con aerosoles, o pequeñas partículas suspendidas en el aire, hace que estas sean más brillantes y tengan mayor capacidad de reflejar la luz. Esto hace que sea menor la cantidad de rayos solares que caen sobre las aguas para aumentar la temperatura.

Los científicos indicaron que de momento desconocen las consecuencias directas de este fenómeno, pero agregaron que constituyen un nuevo factor de incertidumbre para los modelos climáticos del futuro.

Por El Espectador

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