Publicidad

Barnes & Noble, en aprietos

El mayor accionista busca retomar el control de la compañía, aunque dejaría por fuera de esta transacción a la división digital, responsable de fabricar el Nook.

El Espectador
25 de febrero de 2013 - 04:19 p. m.
Foto: Archivo Particular
Foto: Archivo Particular

Este lunes, Leonard Riggio, el presidente de la junta directiva de Barnes & Noble (la cadena de librerías más grande Estados Unidos, y una de las más grandes del mundo) anunció que hará una oferta para comprar de vuelta la totalidad de su negocio, exceptuando la división digital de la marca, Nook Media, de acuerdo con el diario The New York Times.

Riggio es el accionista mayoritario de la compañía (controla casi el 30% de las acciones) y su apuesta es la jugada más agresiva que ha tomado la compañía en años recientes para salvaguardar su negocio de soporte físico, por llamarlo de alguna forma.

Desde 2009, Barnes & Noble se embarcó en una apuesta digital que, parece, está comenzando a desgastarse. La compañía es el fabricante de su propia versión de e-reader, el Nook.

En su momento, el dispositivo atrajo una gran cantidad de reseñas positivas (que lo catalogaron como un aparato capaz y elegante, entre otras cosas) y se erigió como una de las respuestas digitales más acertadas para el mundo del libro, inmerso en una encrucijada comercial entre su encarnación física y digital.

La idea era mantener un modelo similar al que tiene en marcha Amazon: vender el contenido y el dispositivo para acceder a él, un planteamiento que no suena descabellado en principio y que personas como William J. Lynch Jr., presidente de Barnes & Noble, defendieron hasta el año pasado como la inversión más sana y sólida para el futuro de la compañía.

Pero el mercado de los e-readers (dispositivos dedicados a la lectura, con pocas funciones extra) comenzó a encogerse sensiblemente desde mediados del año pasado. Cuando llegó la temporada navideña, aunque aún con ventas fuertes, los pronósticos para este año indicaban que la dominación de las tabletas sería aún más fuerte (con Apple a la cabeza), lo que haría que estos aparatos disminuyeran ostensiblemente su presencia en el mercado.

Un informe de la firma de análisis Forrester aseguró que para este año las ventas de e-readers disminuirían 36% hasta llegar a 15 millones de unidades en manos de los consumidores; para 2016 esta última cifra podría ser de apenas siete millones. Estos números contrastan con el pico registrado entre finales de 2011 y mediados del año pasado, cuando las ventas llegaron a 23 millones. Pero incluso en el mejor momento de los lectores electrónicos, las tabletas continuaron dominando el mercado, con 67 millones de unidades vendidas.

El Nook, aunque técnicamente capaz, parece ser un dispositivo que pertenece a otra era y las esperanzas digitales que ofrecía para un negocio físico podrían no ser las más acertadas. En diciembre del año pasado, Pearsons, la poderosa editorial británica, compró un 5% de la unidad de Barnes & Noble que produce el dispositivo por casi US$90 millones; en abril, Microsoft había hecho lo propio con US$300 millones, que le dieron poder sobre el 17,6% de este negocio; en su momento la valuación del ala digital de la librería fue llegó a casi US$2.000 millones.

Aún no está claro cuánto podría ofrecer Riggio por obtener el control de su compañía (la propuesta forma aún no se ha hecho ante la junta directiva), pero su apuesta se inscribe en el mismo renglón de lo realizado el mes pasado por Michael Dell (fundador de Dell, una de las mayores ensambladoras de computadores del planeta): poder absoluto para maniobrar duramente en aguas tormentosas.

Ahora, el hecho de que la recompra no incluya la división digital podría indicar que la empresa se prepara para hundir su propio dispositivo y así concentrarse en el licenciamiento del contenido adquirido por la compañía y que, a la postre, es el gran fuerte de la cadena de librerías. Si este ha de ser el camino, lo siguiente en el futuro de Barnes & Noble sería buscar una alianza con alguno de los fabricantes de tabletas que son, notablemente, Apple (que cuenta con su propia tienda de libros, además de soportar la aplicación Kindle, de Amazon), Samsung y, recientemente, Microsoft.  

Por El Espectador

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar