Publicidad

Cien años para aprender sobre inteligencia artificial

Las generaciones de expertos que participarán en el estudio más largo de la historia anticiparán los efectos que tienen en la sociedad los artefactos no vivos capaces de pensar.

Estefanía Avella Bermúdez
15 de enero de 2015 - 02:44 a. m.
Dentro de cinco años se hará público el primer informe de seguimiento de las investigaciones en inteligencia artificial. / 123rf
Dentro de cinco años se hará público el primer informe de seguimiento de las investigaciones en inteligencia artificial. / 123rf

En el 2115 habrá culminado un extenso ciclo de estudios sobre la Inteligencia Artificial(IA): un campo que tomó lugar hace más de 50 años cuando las ciencias de la computación, la lógica y la filosofía se unieron junto con otras disciplinas para formular la creación y el diseño de artefactos no humanos capaces de pensar. Hoy, los avances en esta área son innumerables y su constante desarrollo ofrece un panorama alentador para mejorar la calidad de vida de las personas, pero a la vez los expertos alertan sobre los dilemas éticos y morales que el manejo incontrolado de la IA puede traer a la sociedad.

En este marco, la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, presenta el que hasta ahora es el proyecto científico más largo de la historia: “Cien años de estudio de inteligencia artificial” (IA-100). Su creador, el científico de computación Eric Horvitz, considera que la IA es uno de los desafíos más trascendentales que hoy enfrenta la ciencia y la mejor manera de abordarlo es con un análisis profundo y a largo plazo.

Horvitz y el bioingeniero Russ Altman, de Stanford, han conformado un comité que dirigirá el proyecto y por el que durante los próximos 100 años pasarán varias generaciones de expertos encargados de dar un determinado rumbo a los estudios y avances. El relebo generacional de científicos es el reto más grande que afronta esta investigación; por ello, el proyecto ha quedado en manos de una institución universitaria capaz de asegurar la continuidad en el largo plazo y sobreponerse a la muerte de quienes contribuyan en sus estudios.

El primer grupo en la historia de este proyecto está conformado por siete especialistas de diferentes campos científicos que este año elegirán el panel de estudio que desarrollará las primeras investigaciones.

Para estos expertos, el proyecto permitirá hacer de la IA algo realmente útil. “La inteligencia artificial está progresando en múltiples direcciones, guiada por cientos de organizaciones. IA-100 es una respuesta innovadora que nos da una oportunidad como sociedad para determinar la ruta de nuestro futuro y no dejar simplemente que se desenvuelva sin rumbo”, dice Tom Mitchell, uno de los miembros del comité.

El estudio ya tiene determinados 18 enfoques de investigación para analizar el alcance de sistemas que piensan y actúan como humanos. Por ello, los especialistas abordarán las implicaciones de la IA en aspectos como la cognición humana, con la consideración de que los sistemas de cómputo son capaces de aumentar las habilidades de las personas entendiendo y conociendo sus debilidades.

También estudiarán hasta qué punto puede llegar la colaboración entre humanos y máquinas, así como el análisis de los usos criminales de la IA, que han planteado los peligros de que los estados u otros actores creen sistemas que puedan inferir sobre las intenciones, las actividades y la locación de las personas. La democracia, la privacidad, la legislación, lo económico, la seguridad de los estados y algunos otros aspectos serán los demás enfoques a tratar en el proyecto.

La investigación de la IA ya ha logrado el desarrollo de tecnologías y prototipos prometedores que han sido probados satisfactoriamente, pero que, según Horvitz, no se han traducido al mundo real. “Áreas tan importantes como la salud, la educación y la movilidad aún no se han visto beneficiadas por estos avances, y estos retrasos son los que se traducen en costos monetarios significativos y pérdidas de vidas irrecuperables”.

Los expertos esperan que dentro de cinco años, cuando el comité haga entrega del primer informe de seguimiento de las investigaciones, no sólo sean visibles los avances, sino los aportes de la IA a la mejora de la calidad y las condiciones de vida de las sociedades. Pero, sobre todo, los investigadores esperan contribuir a la formulación de las regulaciones necesarias que permitan hacer uso responsable de estos sistemas no humanos que, de no ser controlados, tendrán la capacidad de generar desequilibrios entre las personas y las sociedades.

* IA en el tiempo

- 1956: El científico de la computación John McCarthy dio la primera conferencia en torno a la inteligencia artificial, un término que él acuñó.

- 1962: El científico de computación Arthur Samuel creó un programa de autoaprendizaje de damas chinas que derrotó al entonces campeón americano del juego.

- 1965-1970: El investigador estadounidense Ed Feigenbaum creó Dedral, el primer “sistema experto” que generaba hipótesis científicas sobre estructuras moleculares.

- 1970-1980: Fueron creados más sistemas expertos con aplicaciones en la biología, la medicina y la ingeniería.

- 1973: El Grupo de Inteligencia Artificial de SRI creó un robot capaz de cruzar un campo lleno de obstáculos utilizando sistemas visuales y de locomoción.

- 2005: El científico de computación Sebastian Thurn creó un vehículo que no necesitaba de conductor y que fue el primer carro en completar el recorrido de 132 millas del desierto Mojave en California.

- 2011: Un sistema de supercomputación de IBM derrotó a los dos mejores jugadores humanos del juego de TV ‘Jeopardy’.

- 2014: La Universidad de Stanford acepta ser la anfitriona del proyecto IA-100, creado por el estadounidense Eric Horvitz y que comienza su actividad investigativa este año.

 

me.avella1@gmail.com

 

Por Estefanía Avella Bermúdez

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar