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Crean patrón para identificar tres tipos de trabajadores "quemados"

Las oficinas están albergando empleados frenéticos y desgastados por el estrés laboral.

Agencia de Información y Noticias Científicas (Sinc)
03 de abril de 2014 - 02:30 a. m.
La acumulación de tareas lleva a que se incremente el estrés de los empleados. / 123rf
La acumulación de tareas lleva a que se incremente el estrés de los empleados. / 123rf

Tras años de despidos, recortes presupuestales y la acumulación de mayores exigencias a los empleados, los lugares de trabajo se han convertido en un importante caldo de cultivo de una afección conocida como el síndrome del profesional “quemado” (burn-out), cuya presencia va en aumento.

Este trastorno suele verse acompañado de sentimientos de agotamiento, cinismo e ineficacia en el trabajo. Aquellos empleados, una vez ambiciosos y llenos de energía, se muestran menos dispuestos y desarrollan un trabajo de menor calidad.

Los investigadores de la Universidad de Zaragoza Jesús Montero-Marín, de la Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte del campus de Huesca, y Javier García-Campayo, del Departamento de Medicina, Psiquiatría y Dermatología, han dirigido esta investigación que facilita el diagnóstico del síndrome del trabajador quemado.

La revista Plos One recoge los resultados del análisis de las encuestas que se han realizado a 429 profesionales acerca de sus experiencias de estrés en el trabajo y de cómo se enfrentan a ellas habitualmente.

Los científicos han logrado definir cómo responde el afectado a este síndrome a partir de los tres tipos de burn-out: “frenético”, que presenta sentimientos de sobrecarga debido a las exigencias o compromisos de su trabajo; “sin desafíos”, que tiene la sensación de falta de desarrollo personal en su puesto de trabajo, y “desgastado”, que se comporta de manera negligente y se da por vencido ante cualquier dificultad.

En concreto, en la encuesta se pidió a los profesionales afectados que identificaran lo que hacían para hacer frente a su malestar en el trabajo, con opciones como la búsqueda de apoyo social, la negación del problema, el desahogo emocional, la reinterpretación positiva o el uso de sustancias. Los investigadores encontraron un patrón entre los diferentes tipos de burn-out y las estrategias de afrontamiento utilizadas por los trabajadores.

En los resultados se comprobó que los frenéticos intentan superar su malestar mediante el desahogo emocional, así como con intentos por resolver el problema, lo que podría explicar por qué las personas que sufren este tipo de burn-out, a menudo, continúan siendo bastante productivas. Curiosamente, la religión también se relacionó con este perfil.

La estrategia de afrontamiento puesta en marcha para el perfil de desgastado fue la denominada desconexión conductual, lo que hace que este tipo de trabajadores descuiden o abandonen las responsabilidades de su puesto de trabajo cuando tienen que enfrentarse a algún problema o dificultad.

Por último, los trabajadores sin desafíos suelen utilizar tanto la estrategia de desahogo emocional como la de desconexión conductual, por lo que este perfil podría ocupar una posición intermedia entre los dos extremos anteriores. No obstante, la estrategia más común utilizada por este tipo de burn-out fue la evitación cognitiva, es decir, el distanciamiento o distracción.

Los resultados de este trabajo representan un punto de partida para reconocer a quienes verdaderamente padecen el síndrome, tratando de identificar qué tipo de sentimientos los acompañan, así como la forma mediante la cual tratan de hacer frente a su situación, lo que sin duda redundará en el desarrollo de intervenciones preventivas y de tratamiento sobre los afectados.

Por Agencia de Información y Noticias Científicas (Sinc)

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