El viaje de Colton Burpo al cielo

Hay quienes aseguran haber estado allí y lo describen como un lugar hermoso, donde pueden encontrar tranquilidad y paz. Sin embargo, especialistas debaten que el cielo es sólo una percepción mental.

ESPECIAL PARA EL ESPECTADOR
24 de enero de 2016 - 02:00 a. m.

La Real Academia Española define la palabra cielo como la esfera azul y diáfana que rodea la Tierra y, según la tradición cristiana, como la morada de los ángeles en donde santos y bienaventurados gozan de la presencia de Dios.

La palabra ha tenido a lo largo de la historia un sentido romántico, gnóstico, científico y metafórico. Sin embargo, las experiencias relatadas por quienes han estado cerca de la muerte le han dado otros significados y desataron un debate que enfrenta a la religión con la ciencia.

Uno de estos casos sucedió en el pueblo norteamericano de Imperial, en Nebraska. Su protagonista, Colton Burpo, quien a los 4 años sobrevivió milagrosamente a una peritonitis que según una radiografía le llegó a perforar el apéndice.

En ese momento, sus familiares habían desatado una cadena de oración por su salud, pues los pronósticos no eran alentadores y solo aguardaban el anuncio de su muerte.

Las peores noticias nunca llegaron. Tras recuperarse, el niño narró haber visto a su padre desde la altura cuando estuvo al borde de la muerte y le dio detalles de algo que nadie más sabía: la rabia de un pastor contra Dios por la pena de perder un hijo. “Yo estaba ahí arriba, encima de ti, mirándote hacia abajo y podía verte”, le dijo.

El asombro para su familia apenas comenzaba; el niño aseguró que durante su experiencia vio a su hermana mayor, quien había muerto en un aborto espontáneo de su madre, algo que no tenía por qué saber a su tierna edad. Después, dio detalles asombrosos sobre la relación de su padre con su abuelo, a quien le dijo que también lo había saludado “en el cielo”.

Después aseguró haber visto a Jesús y hasta logró describirlo: “Tiene pelo café, barba café. Tiene ojos bellos de color azul y verde, y tiene una sonrisa brillante como ninguna que he visto antes”. Además, sostuvo que incluso llegó a sentarse en sus piernas.

“Un joven de 14 años puede decirte mentiras. Pero un niño de cuatro no puede, ¿sabes? Además, era demasiado joven para contar todas esas historias tan increíbles y ser tan preciso con esos detalles tan específicos. Él no estaba tratando de inventar nada”, refiere Todd, el padre de Colton.

La visita al cielo no tardó en ser registrada por la prensa. De eso, hace doce años. Hoy, sobre esta historia incluso hay una película: El cielo es real, estrenada en 2014. Colton es todo un personaje en su ciudad natal, pero además debe lidiar con las críticas.

“Mire, no puedo cambiar las opiniones de la gente, ellos tienen sus opiniones. Yo tengo las mías. Ellos pueden creer lo que quieren, yo sé muy bien lo que vi”, responde cuando se le cuestiona si su relato se trató en realidad de una alucinación.

Sin embargo, el caso de Colton Burpo no es aislado. Se trata de un fenómeno amplio y documentado. Este tipo de situaciones han sido reportadas por muchos pacientes en el mundo cuando están clínicamente muertos por unos segundos. Se definen como experiencias cercanas a la muerte (ECM) y, según los conocedores, son iguales para niños o adultos.

Investigaciones médicas han determinado que estas ECM tienen una estructura similar en la mayoría de los casos. Primero, la vivencia o sensación de salir del propio cuerpo, posteriormente la exacerbación de los sentidos y las emociones, así como la alteración de la percepción del tiempo. Luego viene, en varios de los relatos, la percepción de acercarse a una luz o de viajar a través de un túnel. Los pacientes, en varias ocasiones, relatan el encuentro con seres superiores o familiares y amigos fallecidos.

Según médicos y científicos, esas visiones podrían atribuirse a la falta de oxígeno en el cerebro, que puede generar alucinaciones.

¿Quién tiene la razón? Es difícil decirlo, pero mientras la ciencia intenta refutar del todo su existencia y la religión comprobar la veracidad de la mística experiencia, existe el relato de un joven que afirma que cuando niño estuvo ahí, que se encontró con sus familiares difuntos y que hasta conoció al mismísimo Jesucristo.

El caso de Colton Burpo es una investigación hecha en Estados Unidos por el periodista Manuel Teodoro, director del programa Séptimo Día, cuya primera parte se vio este domingo.

 

Por ESPECIAL PARA EL ESPECTADOR

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