‘King out’: sexo sólo con caricias

Alcanzar el máximo placer posible, pero sin consumar el coito, es el objetivo de una tendencia sexual que está de moda y que para muchos es como volver a la adolescencia.

El Espectador
15 de febrero de 2015 - 02:04 a. m.
 El ‘King out’ nació en la década del 70; ahora vuelve a estar de moda.  / 123rf
El ‘King out’ nació en la década del 70; ahora vuelve a estar de moda. / 123rf

Sólo besos y caricias. En eso consiste el King out, una tendencia sexual que fue utilizada en la década de los 70 y que ahora vuelve a estar de moda entre las parejas; aunque para los expertos las caricias, de por sí, son un comportamiento sexual que durante la historia ha acompañado el placer del ser humano.

Las reglas del juego son claras: alcanzar el máximo placer, pero ‘con el rey por fuera’. Sin importar si es entre parejas estables o sólo compañeros sexuales, se trata de encuentros íntimos en donde el hombre y la mujer deben hacer sus mejores jugadas para poder, en lo que para muchos sería sólo el preámbulo, llegar a sentir un orgasmo.

Algunos la consideran una tendencia para volver a la adolescencia. Largas sesiones de besos, caricias, roces y masturbación mutua, para luego parar. Es lo que se conoce científicamente como trobofila, es decir, el gusto por acariciar, y con los objetivos específicos de aumentar el deseo, fortalecer la libido y, sobre todo, salir de la rutina.

Para los expertos este tipo de prácticas permiten mejorar la comunicación entre la pareja, expresar los sentimientos y redescubrir la pasión. Según Carolina Londoño, sexóloga clínica del Centro Psicopedagógico Integrado (CEPI) de Medellín, “es recomendable llevar a cabo estos comportamientos para no poner la responsabilidad del placer sólo en los órganos genitales, para que la pareja logre la reconexión de las neuronas sexuales y para enseñarles a los sentidos a escanear el cuerpo del otro y así generar memorias corporales que lleven a un mayor entendimiento mutuo”.

Para algunas el coito no es suficiente. La estimulación es fundamental para el género femenino, ya que muchas no logran tener orgasmos sólo por medio de la penetración. Los expertos consideran que una buena dosis de caricias es lo que ellas necesitan para tener un encuentro íntimo verdaderamente placentero.

Se considera, además, que son las mujeres las que más provecho logran sacar de esta práctica sexual. Suelen ser más receptivas a momentos de sólo caricias y están, por lo general, más acostumbradas a experimentar placer a través del consentimiento de su propio cuerpo.

Sin embargo, para Londoño los hombres también pueden disfrutar de esta técnica si se dan el permiso de sentir. “La clave está en que intenten desarrollar su capacidad sensitiva para poder disfrutar y experimentar placer en algo más que el coito. El erotismo es el permiso que todo ser humano debe darse”, agrega.

Magreo o petting (del verbo to pet: mimar, acariciar), es como históricamente se ha conocido la técnica de sexo sin penetración, por ello el King out no resulta ser tan novedoso, según el terapeuta sexual Juan Manuel González, del centro de Psicología y Sexología en Barranquilla.

Para Londoño, por su parte, “el King out no debería llamarse tendencia, sino comportamiento sexual”. En realidad, para esta experta las técnicas son expresiones propias de los seres humanos, pero que muchas veces por miedos, temores o por un simple tabú no son exploradas.

Pero ahora estos temas son cada vez más comunes en los medios de comunicación y en los espacios educativos, lo que “da el permiso social para investigar, analizar y hablar de ellos”, expresa la sexóloga.

Por El Espectador

 

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