La psicología detrás del gusto musical

Tras analizar a 4 mil pacientes, investigadores de la U. de Cambridge, encontraron la relación entre el cerebro y las preferencias musicales de los humanos. Los resultados servirán para tratar personas con autismo.

Redacción Actualidad
28 de julio de 2015 - 03:49 a. m.

¿Por qué amamos u odiamos cierto tipo de música? La repuesta, según psicólogos experimentales de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, depende de nuestro cerebro, específicamente de cuál es la forma de pensamiento que tenemos.

Para llegar a esta conclusión, el equipo trabajó con un parámetro conocido en la psicología que divide a las personas entre “empatizadores” y “sistemizadores”. Los primeros se distinguen por su comportamiento basado en evaluar y responder a las emociones de los demás, mientras los segundos se enfocan en saber qué reglas manejan el mundo.

Como era de esperarse, lo común es que los empatizadores prefieran música suave (soul, jazz y el rock menos pesado), mientras los sistemizadores, de pensamiento más analítico, prefieren escuchar melodías más intensas (punk, heavy metal y hard rock).

Para la investigación fueron reclutados 4.000 participantes que debían responder un formulario psicológico por medio de My Personality, una aplicación de Facebook. Unos meses después los voluntarios debían escuchar 50 piezas de 26 géneros diferentes y ordenarlas según su preferencia dentro de cada género.

“Los empatizadores, quienes se caracterizan por entender los pensamientos y sentimientos de otros, prefirieron música que presentaba una energía baja, con emociones negativas, como la tristeza, y gran profundidad”, explicó David Greenberg, director de la investigación y saxo tenor de jazz al periódico The Huffington Post. Su hipótesis es que nuestras preferencias musicales son un espejo de lo que somos.

Pero ¿qué beneficios puede tener esta nueva información? Según explica el diario The New York Times, los científicos creen que, al saber qué música prefieren las personas empáticas, estas melodías podrían usarse para diseñar nuevos tratamientos. En particular, para personas con autismo, quienes usualmente obtienen un puntaje por debajo del promedio en pruebas diseñadas para medir la empatía, pero presentan altos niveles de pensamiento sistemático.

“Este tipo de descubrimientos pueden aplicarse en la terapia musical, intervenciones clínicas e incluso programas computacionales programados para enseñar a interpretar emociones y sentimientos”, escribió en el estudio Greenberg.

Además, los resultados se podrían utilizar en aplicaciones de música como Spotify, que recomienda música a partir de las últimas canciones escuchadas, o plataformas como Pandora y Apple Music.

Por Redacción Actualidad

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