Un programa desarrollado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, reveló esta semana que el devastador terremoto de 7.8 que sacudió a Nepal el pasado 25 de abril, creó ondas de energía que penetraron en la atmósfera superior de la Tierra.
GPS data show how the 7.8 Gorkha #NepalEarthquake disturbed Earth’s upper atmosphere: http://t.co/Vh3pfGSVYe #Nepal pic.twitter.com/aOY22fNv9M
Como resultado de esto, la NASA ha registrado ciertos cambios en la ionósfera, que por el momento están siendo investigados. Los científicos consideran que los datos que poseen, pueden ayudar a desarrollar nuevos modelos de propagación de ondas, que podrían formar parte de futuros sistemas de alerta temprana contra los tsunamis y otros desastres naturales difíciles de detectar o predecir.
Así mismo, se están examinando otros riesgos naturales, tales como erupciones volcánicas o tsunamis, así como el posible desplazamiento y disminución en la altura del Monte Everest.