Un mapa del Ideam muestra que 17 de los 32 departamentos del país se encuentran en alerta roja por incendios. Seis más están bajo alerta naranja. El tiempo seco amenaza principalmente a las regiones Caribe, Orinoquia y el norte de la Andina.
Boyacá es quizás uno de los más afectados por este fenómeno, al que se suman las duras heladas durante las madrugadas. El Comité Regional para la Prevención y Atención de Desastres de ese departamento estima que las conflagraciones que se han presentado este año han acabado con por lo menos 80 hectáreas de vegetación.
El reporte del Ideam señala además que la gran mayoría de estos eventos “son producidos por el hombre”, por lo que hace un llamado al “acompañamiento educativo” para su prevención.
Según un estudio realizado por la bióloga Dolors Armenteras Pascual, del Departamento de Biología de la Universidad Nacional de Colombia, tres millones de hectáreas del territorio colombiano se vieron afectadas por incendios entre los años 2000 y 2009.
Los resultados del estudio, publicados por la Agencia de Noticias UN, muestran que la peor parte la llevan los bosques, que al año pierden hasta 60.000 hectáreas por cuenta de este fenómeno. Se señala además que en la Amazonia los incendios forestales son especialmente un problema, teniendo en cuenta que los campesinos utilizan el fuego para ampliar las fronteras agropecuarias.
La profesora Armenteras advierte que los efectos negativos de los incendios forestales van más allá del daño directo sobre la flora, la fauna y el agua de un ecosistema. Este fenómeno también tiene una incidencia directa en la emisión de gases que aceleran el efecto invernadero.
El estudio señala que el escenario más grave se vivió en el año 2003, cuando 942.787 hectáreas resultaron quemadas. En el escenario latinoamericano, Colombia es el cuarto país con mayor incidencia de este tipo de eventos.
Según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), en la última temporada de tiempo seco en el país cerca de 7.000 hectáreas han sido consumidas por incendios forestales.
Para contrarrestar esta situación la entidad está promoviendo un Plan de Contingencia ante Incendios Forestales, que incluye un ejercicio de educación a la comunidad con consejos como estos: evitar las hogueras y fogatas en zonas boscosas, realizar una adecuada disposición de las basuras y dar aviso oportuno a las autoridades.
En el mismo sentido se pronunció la bióloga Dolors Armenteras, quien señaló que los programas de prevención deben incluir la planificación y el control del territorio, particularmente en los frentes de colonización.