Lo que le espera a Uribe

El 26 de julio dio la noticia sobre una nueva Política de Biodiversidad, seis días después dio a conocer el Plan Nacional para la Adaptación al Cambio Climático, y al día siguiente presentó el manual para la compensación de daños ambientales, el cual deberán adoptar las empresas que pretendan explotar los recursos naturales del país.

Ahora, el nuevo ministro, Juan Gabriel Uribe, tendrá que asumir la ejecución de estas iniciativas que, aunque están llenas de buenas intenciones, se verán enfrentadas a fuertes obstáculos: las preocupaciones y críticas del sector empresarial hacia las exigencias del manual de compensaciones, la falta de presupuesto para crear un Instituto Nacional de Biodiversidad que defienda y se encargue de sacar adelante la nueva política y la necesidad de implementar el Plan para la Adaptación al Cambio Climático, cuando el país ni siquiera se ha recuperado de las inundaciones provocadas por el fenómeno de ‘La Niña’ de 2011 y carece de dinero suficiente para afrontar las sequías e incendios que traerá ‘El Niño’ para los próximos meses (más de 430 municipios no tienen cuerpos de bomberos para hacerle frente al fenómeno).

Uribe, además, tendrá que asumir tres pendientes urgentes: acelerar la delimitación de los páramos para poner freno a los proyectos mineros que se desarrollan en esas áreas protegidas, cumplir con la anunciada reforma a las funciones de las corporaciones autónomas regionales y, ante la expansión de la locomotora minera en el país, demostrar firmeza frente a la inclusión de los asuntos medioambientales en el nuevo proyecto de Código Minero.

La nueva cara del Ministerio de Ambiente

Juan Gabriel Uribe es exsenador conservador y director del diario ‘El Nuevo Siglo’. Participó en las negociaciones de paz del Caguán, lo que fue determinante para su nombramiento en el Ministerio de Ambiente, teniendo en cuenta que la minería y los asuntos ambientales son puntos claves en las conversaciones exploratorias que se adelantan con la Farc.