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Perdón para un genio homosexual

La reina Isabel II de Inglaterra le otorgó este 24 de diciembre el perdón a título póstumo al brillante matemático Alan Turing (1912-1954).

Redacción Vivir
26 de diciembre de 2013 - 08:24 p. m.
El matemático Alan Turing (1912-1954).
El matemático Alan Turing (1912-1954).

La reina Isabel II de Inglaterra le otorgó este 24 de diciembre el perdón a título póstumo al brillante matemático Alan Turing (1912-1954), considerado uno de los padres de la computación y quien descifró el código Enigma de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Turing había sido condenado en 1952 por una relación homosexual.

La tardía campaña para limpiar el honor de Turing fue puesta en marcha por el científico y escritor John Graham-Cumming en 2009. El primero en responder a la solicitud fue el entonces primer ministro, Gordon Brown, que pidió disculpas públicas, pero se trató tan sólo de una declaración retórica y no un hecho oficial. Las cosas habrían quedado así de no ser porque la reina Isabel II decidió intervenir en el asunto y firmó una orden de gracia y misericordia que le concede el perdón a título póstumo.

Alan Turing fue un hombre fuera de serie. Durante la Segunda Guerra Mundial fue reclutado por su gobierno para descifrar los códigos de comunicaciones usados por los nazis. Llevaba más de una década trabajando en el diseño de máquinas que a través de una serie de símbolos y una tabla de reglas eran capaces de realizar operaciones lógicas. Al mismo tiempo que desarrollaba los principios básicos de la computación, Turing descifraba uno de los mayores secretos de los nazis: el código Enigma, que servía para que los barcos alemanes se comunicaran entre sí.

Su homosexualidad no era un secreto entre amigos y parientes. En enero de 1952 empezó una relación con Arnold Murray, un joven de 19 años. Una serie de incidentes desafortunados lo harían caer en desgracia. Primero, su casa fue asaltada. Turing denunció el robo a la policía sin contemplar que la acusación terminaría revirtiendo en su contra. Los policías lo denunciaron por homosexual.

A cambio de no ir a la cárcel, el matemático se declaró culpable y aceptó someterse a un tratamiento de castración química. Dos años más tarde, el 8 de junio de 1954, fue hallado muerto en su laboratorio. La leyenda dice que su muerte se produjo al comer una manzana impregnada de cianuro potásico. Legalmente, fue un suicidio. Sin embargo, su madre aseguró que simplemente se trató de un accidente.

Por Redacción Vivir

 

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