Prestigio en tiempos de crisis

En los 80, la institución le dio vida al más innovador hospital universitario del país, hoy entre los cuatro mejores centros médicos de Latinoamérica. Charla con su director, Juan Pablo Uribe.

Redacción Vivir
09 de noviembre de 2012 - 08:50 p. m.
En 1987 la fundación abrió uno de los primeros institutos de oncología del país.
En 1987 la fundación abrió uno de los primeros institutos de oncología del país.

La celebración de cuatro décadas dedicadas al servicio de la salud llegó en un buen momento para la Fundación Santa Fe. De manos del presidente Juan Manuel Santos, el instituto médico, considerado uno de los cuatro mejores de Latinoamérica, recibió una de las principales condecoraciones del país: la Cruz de Boyacá. El sentimiento del mandatario no podía ser distinto a la gratitud. “En cierta forma, me salvaron la vida”, dijo.

Pero obtener esa distinción en su aniversario no ha sido nada fácil. Desde que la fundación se creó el 2 de noviembre de 1972, ha tenido que superar una serie de obstáculos. La crisis financiera en la década de los 80, justo cuando se abrieron las puertas de su hospital universitario, marcó, tal vez, su momento más complicado. Sin embargo, logró posicionarse como una de las más destacadas de Colombia.

Su director, el doctor Juan Pablo Uribe, le contó a El Espectador qué hay detrás de los altos índices de calidad de la institución.

¿Qué le ha entregado la fundación en estos 40 años al país?

Esta es una institución privada, sin ánimo de lucro, que se ha fortalecido año tras año con un modelo integral que combina el cuidado de la salud individual, la generación de conocimiento, la educación y formación de talento humano y la responsabilidad con las comunidades menos favorecidas. Destaco nuestro hospital universitario, comprometido con estándares superiores de calidad, y la alianza con la Universidad de los Andes para construir no sólo una facultad de medicina innovadora, sino una sumatoria de los esfuerzos de dos instituciones comprometidas con el desarrollo social de Colombia.

¿Qué momentos de la historia de la fundación considera imborrables?

Desde el principio, esta fue una institución comprometida con el trabajo comunitario en barrios marginados. Sin duda, fue importante entregarle al país en los 80 el hospital universitario más innovador y moderno, aunque sus proyecciones financieras no se dieron y exigieron un trabajo muy juicioso y el apoyo y el compromiso de muchas personas y organizaciones.

¿Cuál ha sido el momento más difícil por el que ha atravesado la institución?

La crisis, que empezó con la apertura del hospital, desde finales del 82 hasta comienzos de los 90. La fundación tuvo que buscar un acuerdo con los acreedores financieros y luchar, casi que semana a semana, por poder mantener su promesa misional de consolidarse como una institución al servicio de los colombianos. Fueron, sin duda, momentos angustiosos por el fuerte endeudamiento financiero, pero forjaron gran parte del carácter de la institución, hoy expresado en un modelo empresarial con sentido social.

¿Qué retos le esperan?

Nos proponemos mostrarle al país que podemos trabajar en alianzas público-privadas, alianzas entre aseguradores y prestadores, alianzas internacionales que le permitan a Colombia mejorar su sistema de salud. Esa proyección nacional buscará integralidad en los servicios y de salud, mientras que la proyección internacional intercambiará conocimiento y nos ayudará a crecer y mejorar.

La fundación es una de las mejores instituciones médicas en Latinoamérica. ¿Cómo mantener la calidad en época de crisis?

Es un tema de esfuerzo diario. Hemos reforzado nuestro compromiso para servir con dignidad, calidad científico-técnica y seguridad, para lo que hemos invertido en la capacitación de nuestro personal y en la adquisición de nuevas metodologías de aseguramiento de servicios, y no dejamos de aprender del progreso de otras instituciones.

¿Cuál sería el primer paso para recomponer el sistema de salud?

Lo más importante es entender que el sistema debe estar para servir a los ciudadanos y atender sus necesidades con mejor salud individual y pública. Si ponemos a la gente en el centro y miramos cómo contribuye cada uno de los eslabones del sector a mejores resultados, cambiaríamos completamente la discusión, que hoy en día está centrada en asuntos económicos e intereses financieros y rentistas.

‘No hay con qué pagarles a los hospitales’: Alejandro Gaviria, ministro de Salud

Tres días después de que el Ejecutivo celebrara la aprobación en las comisiones séptimas del Congreso de la ley que permitirá desembolsar los recursos para pagar parte de la deuda del sector salud, que asciende a $3,7 billones, las EPS salieron a reclamar porque consideran que los $400.000 millones que les reconocerá el Gobierno no son suficientes para sanear sus cuentas, y alegaron que se les deben entre $1,4 billones y $2 billones

Al respecto, la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi) advirtió que con esta situación el gremio podría declararse en crisis sectorial, pues será poco lo que podrá avanzarse en el saneamiento de deudas y sus carteras seguirán en rojo.

Por Redacción Vivir

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