Es una edificación ecológica que recoge las aguas lluvias, las trata y las reutiliza, construida bajo la filosofía de la sostenibilidad y el consumo racional de energía.
Fue bautizado con el nombre de Fundadores y a partir de hoy será la sede del área administrativa, rectoría, vicerrectorías y decanaturas de la Universidad del Bosque.
Fue un trabajo de 18 meses de construcción y cerca de cuatro años de planeación. Su cabeza, el arquitecto Jorge Uribe, dice que el proyecto nació de la necesidad de la universidad de tener una sede que le diera “identidad y presencia ante la ciudad y el mundo”. Y pensando en ese precepto se fueron construyendo las bases de un edificio que fuera amigable con el medio ambiente y que tuviera en cuenta también los conceptos de cambio climático y sostenibilidad
Finalmente, hace un año y medio Uribe, junto con sus colegas Fanny Rosenbaum y Aaron Cohen, presentó un diseño final que fue aprobado por la universidad y que hoy se hizo realidad. Su ventilación y su luz son en un 90% naturales. Su fachada fue fabricada con un material importado de España que se oxida para protegerse de la luz y la radiación, lo que hace que no sea necesario invertir en su mantenimiento. Son 18.000 metros cuadrados que sobresalen en el paisaje gris de Bogotá.