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Y eso que faltó la suerte …

Después de la inolvidable noche de toros en Cali, el 1 de enero, La Carolina quiso seguir de largo en Manizales.

Víctor Diusabá Rojas
03 de enero de 2011 - 09:33 p. m.

Y a lo mejor lo hizo, con una novillada pareja en presentación, pero no menos en calidad. Sólo que ese manchón de dos ejemplares malogrados en el ruedo, alteró el buen final de una nota muy alta.

Para la terna, los ejemplares del hierro antioqueño fueron el complemento perfecto. Así al menos lo advirtió Sergio Blanco en el primero de la tarde, que se movió siempre con la cara abajo, en pos de los templados engaños del aspirante. Fue una máquina de embestir la que permitió, más que la oreja obtenida, ver los evidentes progresos de un novillero que tiene mucho para jugar en el futuro inmediato.

Mejor pintaban aún las cosas en el otro, el cuarto, hasta cuando el animal perdió su movilidad, por cuenta de un factor que bien vale la pena aclarar, para descartar, por ejemplo, el posible efecto del piso sobre las extremidades de los animales. Con dolor, Blanco vio partir la esperanza de un nuevo trofeo. De hecho, el novillo no había hecho otra cosa que galopar y enseñar su bravura desde que apareció en el ruedo.

También pasó por la pena de dejar partir una oportunidad de oro, el mexicano Óliver Godoy. Había firmado una serie de chicuelinas y una larga bordada en los mejores trazos de sus ancestros, y la gente se había calentado aún más con una buena vara y el par de lujo de James Peña, cuando sobrevino el primero de los accidentes en los novillos.

Igual, Óliver nos regaló en el quinto todo el oficio que ya deja brotar por sus poros. Supo ponerse en los medios para convencer al de La Carolina de que esos eran los terrenos. Y allí cuajó las tandas, en especial sobre el pitón izquierdo, donde hubo lentitud y mando, aunque, torero, no sobraban unos muletazos más allí. Estocada entera, oreja y vuelta al ruedo al novillo.

A Santiago Gómez también le correspondió su parte. De lo uno, y de lo otro. En el tercero encontró un animal codicioso, Y aparte, muy bravo en el caballo. Le pegaron como si fuera cinqueño y ni se arredró ni pareció sentir el castigo. Peleó en los medios, en donde enseñó su buena condición sobre el izquierdo. Palmas a los dos.

En el sexto bis (el original fue devuelto por flojo), pudo cortar una oreja. Ese, el sobrero, era otra cosa y en ese sentido funcionó diferente, aunque el novillero local logró llegar a los tendidos, pero falló con la espada. Palmas.

Ficha de la novillada

Plaza de toros de Manizales

Seis novillos de La Carolina

Parejos en presentación. En general, bravos y encastados. Le dieron la vuelta al al ruedo al quinto. Segundo y cuarto se malograron en el ruedo. Hubo un sexto bis.
408, 438, 420, 410, 430 y 400 kgrs

Sergio Blanco
Grana y oro
Oreja y palmas

Óliver Godoy
Verde botella y oro
Palmas y oreja

Santiago Gómez
Blanco y plata
Palmas y palmas

Detalles:

Más de tres cuartos. Saludaron Emerson Pineda y Ricardo Santana por pares de banderillas.

Por Víctor Diusabá Rojas

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