Salazar, la sorpresa en Medellín

El periodista Alonso Salazar, del Movimiento Alianza Social Indígena, dio la gran sorpresa en la elección del nuevo alcalde en Medellín, al superar por siete puntos al gran favorito de las encuestas, al ex alcalde Luis Pérez Gutiérrez, del partido Todos con Luis Pérez.

El Espectador
01 de noviembre de 2007 - 07:34 p. m.

Escrutado el 91 por ciento, Salazar obtenía el 4,05 por ciento de las preferencias sobre el 38,93 por ciento de Luis Pérez.

A la espera del ciento por ciento de los resultados, Salazar ya dio su parte de victoria ante los medios de comunicación, asegurando que le va a dar continuidad al trabajo del actual mandatario Sergio Fajardo de quien fue su secretario de Gobierno.

Los ciudadanos paisas calificaron también el triunfo de Salazar como sorprendente, toda vez que en la mayoría de las encuestas siempre fue Pérez el líder.

El verdadero sucesor de Fajardo

No obstante que los sondeos en Antioquia no daban un ganador rotundo, siempre mostraban por encima al candidato Luís Pérez. Sin embargo, este domingo los medellinenses le dieron a Alonso Salazar, de la Alianza Social Indígena, una suficiente ventaja de siete puntos que lo convirtieron en el nuevo alcalde de la capital antioqueña.

En la sede política estaban encendidas las veladoras ante las imágenes de San Gabriel, de San Antonio y la Virgen María. Alonso Salazar estaba tranquilo porque no sólo contaba con la bendición de estrellas y personalidades públicas como Juanes y Lina Moreno de Uribe, sino que además era el abanderado de continuar con el legado del popular alcalde Sergio Fajardo. Y a pesar de que las encuestas estaban lejos de darlo como un ganador rotundo, cuando salía a la calle el apoyo popular era tan evidente que no dudaba en que estaba muy cerca de ser el próximo alcalde de la capital Antioqueña. Esta certeza se ratificó este domingo cuando por siete puntos de ventaja frente a su contrincante más cercano, Luís Perez, Alonso Salazar se convirtió en el alcalde de Medellín.

Hijo de unos padres "que ni siquiera acabaron el bachillerato" y con 11 hermanos, Alonso Salazar se trasladó de Pensilvania, Caldas, de donde es oriundo, a Medellín en 1968. Después de años de estudio y a pesar de no ser propiamente una figura pública fue labrando una carrera exitosa que lo llevó a ser el brazo derecho de la consejera de la Presidencia, María Emma Mejía, para resolver los problemas del sicariato que azotaba a los barrios de Medellín. Después, junto con Sergio Fajardo y cincuenta amigos más, participó en la fundación del movimiento Compromiso Ciudadano cuyo triunfo electoral lo llevó a convertirse en Secretario de Gobierno. En este cargo se desempeñó hasta agosto de 2006, y logró consolidar un modelo de convivencia y seguridad que conquistó a muchos ciudadanos.

Y fue justamente su cercanía con las ideas de Fajardo la que lo impulsó en su carrera por la Alcaldía. "Alonso Salazar Jaramillo tiene nuevas propuestas para Medellín porque pretende evaluar y mejorar lo que se ha realizado en el mandato del alcalde Sergio Fajardo Valderrama", profesaba su campaña política.

A pesar de muchos coqueteos políticos, Salazar mantuvo el aval de la Alianza Social Indígena, con lo que ratificó su actitud de independencia y con lo que se ganó una imagen de "un hombre de manos y corazón limpios, porque no hace parte de alianzas oscuras ni ha estado vinculado a ningún grupo político de los que han saqueado las arcas públicas de nuestra ciudad", como lo dejó consignado el escritor Juan José Hoyos en una de sus columnas.

Además de su carrera política Alonso Salazar ha publicado varios libros entre los que sobresale "No Nacimos pa Semilla", uno de los primeros estudio sobre la violencia urbana en Colombia. También ha publicado "Mujeres de Fuego", "La Génesis de los Invisibles", "La Cola del Lagarto", "La Parábola de Pablo" y "Profeta en el Desierto" -vida y muerte de Luís Carlos Galán-, con el que ganó el Premio Planeta de Periodismo en el 2003.

Durante toda su campaña el ahora alcalde dejó clara la necesidad de continuar en Medellín el largo proceso de crear un Estado mediador de procesos de participación ciudadana, que se preocupara por la transparencia y el desarrollo y por eso dejó claro en varios medios que esa apuesta iba a estar interferida si su mayor rival, el candidato Luís Pérez, quien ya había sido alcalde, quedaba al mando de la ciudad. "Con él se agotó un período de la historia política de la ciudad, fue una alcaldía que terminó llena de muchas sombras, en su época Confecámaras calificó como la ciudad con más baja transparencia en los procesos de contratación en el país".

El plan de gobierno de Alonso Salazar se para sobre la idea de que la Administración rinde cuentas de todo lo que hace, de con quién lo hace, de cuándo, cómo y con cuánto lo hace. "No aceptamos transacciones de poder político por intereses burocráticos o económicos", asegura en su plan de gobierno. También tiene como eje la superación de la pobreza extrema, la atención integral a niños y niñas de 0 a 5 años, la erradicación del hambre y Seguridad Alimentaria, la superación de la desconexión a los servicios públicos domiciliarios entre otros.

Con su triunfo, la ciudad de Medellín no sólo le da su aprobación a todo el proceso de transformación ciudadana que ha adelantado Fajardo, sino que además se ratifica que el péndulo de la opinión en las zonas aledañas a Medellín, como Sabaneta, Envigado, Itagüí son decisivas para el triunfo o la derrota de un candidato y hacen que la decisión electoral en esta parte de país se mantenga en misterio hasta que los escrutinios den su sentencia final.

Por El Espectador

 

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