El contralor de Bogotá, Mario Solano Calderón, le envió una carta a la alcaldesa Clara López Obregón en donde le hace una advertencia sobre la incertidumbre en torno a la realidad financiera de la contabilidad pública y los efectos sobre calificación de riesgo crediticio del Distrito Capital con fundamento en los estados financieros de la Secretaría de Hacienda y Movilidad que registran como deudas cobrables cerca de 822 mil millones de pesos que realmente corresponden a cartera de tributos incobrables por haber operado el fenómeno de la caducidad o de la prescripción.
“Habiéndose auditado por la Dirección Sector Hacienda, Desarrollo Económico, Industria y Turismo de la Contraloría de Bogotá, la base de datos de la cartera tributaria que en julio 15 de 2011 ascendía a más de dos billones de pesos de impuestos adeudados por los contribuyentes de los tributos administrados por la Dirección Distrital de Impuestos de Bogotá se determinó que a más de medio billón, exactamente $541.015 millones de impuestos entre: Predial ($301.794 millones), ICA y Reteica ($184.611 millones), vehículos ($50.890 millones) y Delineación y Azar ($3.720 millones), por una gestión inadecuada les caducó o prescribió la acción de cobro, lo que además de representar un daño al patrimonio público se constituye en cartera no cobrable que aparece como cobrable en los estados financieros”, señala la misiva.
En el proceso auditor adelantado por la Contraloría de Bogotá en julio de 2011, a la Secretaría de Movilidad se determinaron y trasladaron a la Dirección de Responsabilidad Fiscal hallazgos fiscales por la suma de $275 mil millones correspondientes a infracciones a normas de tránsito, pendientes de pago por los trasgresores; deudas que por una gestión deficiente en el cobro perdió su fuerza ejecutoria o prescribió, “lo cual al igual que lo sucedido con los impuestos no cobrados por la Dirección de Impuesto de Bogotá además de representar un daño al patrimonio público se constituyen en cartera no cobrable que aparece como cobrable en los estados financieros”.
“Si bien es cierto la calificación de riesgo otorgada al Distrito como “BBB”, tal como aparece en el comunicado de Standard & Poors de octubre 1 de 2010, se fundamenta sobre una estructura administrativa adecuada, basándose en el hecho que Bogotá mantiene sólidos indicadores financieros, los cuales son evidentes a partir de sus altos superávits operativos, liquidez adecuada y deuda directa manejable como porcentaje del ingreso operativo se constituye en un riesgo la circunstancia que a través del referente riguroso que siempre hacen los calificadores sobre los informes de la Contraloría de Bogotá se determine la existencia de incertidumbre en los estados financieros de las entidades del sector Gobierno que son aquellas que hacen parte del presupuesto anual, por estar contenida en la cartera por cobrar, que en junio 30 de 2011 asciende a $3.678 mil millones, la suma de $821.583 millones que corresponden a la cartera incobrable de comparendos impuestos por infracciones a las normas de tránsito ($275.170 millones) más $541.015 millones que corresponden a la cartera incobrable de impuestos que caducaron o prescribieron”, agrega la misiva.
La Contraloría de Bogotá advierte sobre la necesidad y urgencia de subsanar las deficiencias que se observan en los estados financieros de las secretarías de Movilidad y Hacienda que afectan negativamente en el 22,4% el saldo contable de la cartera del sector Gobierno, “que no estarían revelando la realidad financiera del Distrito en la relación con la revelación de ingresos corrientes que resultan fundamentales para el financiamiento del presupuesto Distrital”.
La Contraloría también advirtió sobre el riesgo de producción de información no veraz y confiable producida por el Sistema de Información Tributaria (SIT) de la entidad que presenta debilidades en la ejecución del proceso de cobro de las obligaciones tributarias como quiera que no permite identificar las marcas relacionadas con las diferentes situaciones de la cartera no cobrable, no genera alertas y mandamientos de pago automáticas, entre otros aspectos.