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'Aguas de Bogotá tiene un plan para reducir costos'

Así lo afirma Ricardo Agudelo, gerente de la entidad, quien agrega que la empresa está operando con 2.945 operarios, 59 compactadores y 188 volquetas.

Diana Carolina Cantillo E.
20 de febrero de 2013 - 11:04 p. m.

 

Ricardo Agudelo, gerente de Aguas de Bogotá, operador público del servicio de aseo en la capital del país, dejó el trabajo con organizaciones sociales y juntas de acción comunal en Fontibón para llegar a apagar un incendio.

En medio de un escandaloso contrato de alquiler de compactadores usados, la salida fugaz de su anterior gerente por no dar los resultados esperados y con una empresa que tiene un saldo en rojo de $5.000 millones por el negocio de la basura, Agudelo es el encargado de alejar a Aguas de Bogotá del abismo financiero y operar el ambicioso plan del alcalde Gustavo Petro de controlar el servicio de aseo en Bogotá y lograr una ciudad limpia.

Entre miles de documentos e informes, y con el apoyo de tres de sus asesores, el gerente de Aguas de Bogotá hace cuentas, cálculos y revela sus cartas a El Espectador, porque dice que ni la empresa ni él tienen nada que esconder.

Asegura que los $5.000 millones a los que el alcalde hizo alusión como pérdidas de la empresa, no son realmente pérdidas, sino una inversión inicial necesaria que será recuperada a través de los ingresos vía tarifa. Asimismo, revela que el contrato entre el Acueducto y Aguas de Bogotá no finalizará en dos meses, sino que se extenderá por lo menos hasta diciembre de este año.

El alcalde dijo que el operador público tiene pérdidas por $5.000 millones por sobrecostos, ¿se puede recuperar ese dinero?

En el control político que se hizo al nuevo esquema de aseo en la Comisión Sexta del Senado, el alcalde dijo que teníamos una diferencia de $5.000 millones, que realmente son $4.791 millones, pero el alcalde redondeó la cifra; además, esta cifra es un estimativo. Estas no son pérdidas. Aguas de Bogotá incursionó en un negocio nuevo y se tuvieron que hacer unas inversiones. Para llegar a esa cifra cruzamos datos de gastos con lo que esperamos recibir por la operación.

A corte de 15 de febrero, ¿cuánto se han gastado del anticipo? 

Desde el 15 de diciembre hasta el 15 de febrero tuvimos gastos por $16.091 millones, castigamos el anticipo, que es el momento más crítico que ha tenido la empresa con el negocio del aseo. No quiero ocultarle a nadie la realidad de la empresa, a pesar de que el balance debe hacerse al finalizar el año.

¿A cuánto ascienden esos ingresos?

A $11.300 millones, vía tarifas.

Usted me dice que van a tener ingresos por $11.300 millones, ¿cómo sabe esta cifra si el Acueducto no ha empezado a recaudar el servicio?

Sí, es verdad. Pero nosotros sabemos cuánto vamos a facturar por la cantidad de toneladas que hemos llevado al relleno sanitario Doña Juana.

¿Cuántas toneladas de residuos sólidos ha llevado Aguas de Bogotá al relleno?

Hemos ingresado 81.000 toneladas, que representan casi el 30% de la basura que genera la ciudad.

¿Cómo son los cálculos que usted menciona?

Desde el 18 al 31 de diciembre del año pasado alcanzamos a obtener recursos por $3.300 millones. Fue un período particular, porque en 13 días hicimos prácticamente lo que se nos paga por una zona. Desde el 1° hasta el 21 de enero tuvimos la mitad de dos zonas, con el 18% de la ciudad. Pero del 22 al 30 de enero fue del 32%, eso nos lleva a que facturáramos $4.600 millones.

En febrero tenemos una particularidad, y es que como el corte lo hicimos al 15 de este mes, lo facturado es de $3.400 millones en las dos zonas y por 15 días. Creemos que del 15 al 30 de este mes se tendrán ingresos por $3.400 millones. Es decir, que por febrero los ingresos serán de $6.800 millones.

En marzo se tendrán los mismos ingresos que los obtenidos el mes anterior, pero con una particularidad: menos gastos, ¿por qué? Porque saldrán volquetas y entrarán los compactadores y las barredoras. Estas últimos nos generan ahorro, se va a tener a la ciudad más limpia, pero eso implica más gastos.

¿Qué pasará en abril?

Sucederán dos hechos importantes: llegará la nueva flotilla de equipos compactadores y tendremos una tercera zona, que es la número dos y comprende las localidades de Fontibón y Engativá, lo que quiere decir que saldrá un operador privado, Atesa.

Desde el 22 de abril en adelante, que es lo que decía el alcalde, se quiebran las diferencias de gastos e ingresos. No sólo se empezará a recuperar la inversión, sino que vamos a tener utilidades. Vamos a alcanzar más de $11.700 millones de ingresos, porque la zona dos recibe el 20% del total de la facturación de la ciudad. Al primero  de julio espero no tener ninguna compactadora o volqueta alquilada. Los gastos que vamos a tener en equipos serán de mantenimiento, combustible y depreciación de la flota nueva. Calculo que serán cerca de $2.000 millones.

Usted habla de abril en adelante, pero el contrato entre Aguas de Bogotá y el Acueducto finalizará en abril…

Como mínimo esperamos estar hasta diciembre.

Se tiene entendido que Aguas de Bogotá empezó a prestar el servicio de poda de césped sólo hasta la semana pasada, ¿es decir que el Acueducto va a descontar el valor del servicio por el tiempo que no fue prestado?

Nosotros empezamos a prestarlo con toda la tecnología desde hace más de una semana. Pero siempre lo hemos hecho y llevamos 400 kilómetros intervenidos.

Como la empresa sólo tiene el 30% de la operación, ¿se reducirán los $116.000 millones que es el valor del contrato con el Acueducto?

Se tiene que reajustar, claro. Porque además ya sabemos que vamos como mínimo hasta diciembre. Estamos en el proceso y creo que en estos días eso estará listo. Hay unas acciones que existen y una de ellas fue la decisión del 22 de diciembre de contratar a los privados y eso afectó el contrato con Aguas de Bogotá y eso no se hizo a espaldas de la empresa, se hizo públicamente y esto trajo consecuencias.

A propósito de los camiones usados, ¿ya se firmó el otrosí que establece el valor del combustible y el mantenimiento?

No voy a firmar ningún otrosí. Se pensó en firmar dos: uno es para aumentar a 10 el número de la flota, es decir, vamos a pasar de 60 a 70 compactadores. Y el otro es el del mantenimiento. No voy a firmar ninguno de los dos porque había una condición y era que se cumpliera a satisfacción la primera entrega de los compactadores.

¿Cuánto le costará al Distrito la operación de cada uno de los compactadores usados, sumándole el precio del alquiler ($25 millones), el mantenimiento, conductores y combustible?

En el contrato se estableció que el precio del compactador correspondía a su alquiler y al mantenimiento correctivo,  ya que nosotros tenemos que  contratar el mantenimiento preventivo. Hay que reconocer que, durante este lapso de operación,  ellos han pagado el mantenimiento preventivo e inclusive el combustible, mientras que nosotros hacemos el proceso de contratación y la escogencia del mejor oferente. Y eso debemos reconocérselos. Y también estaba establecido que los conductores los ponían ellos, pero los estamos pagando nosotros porque nosotros yateníamos personal suficiente.

¿A pesar de que ellos debían incurrir en ese gasto?

Sí, pero era un costo mayor y que no estaba estimado en el contrato.

¿Por qué se multó sólo con $50 millones al contratista de los compactadores usados? ¿Por qué no terminar el contrato?

Las multas están preestablecidas por el contrato. Los primeros 20 compactadores llegaron graneados y no fue que ellos me los entregaran, sino que los recibí después de hacerse miles de pruebas, y esos días también contaron. Los de la Unión Temporal argumentaron actos de autoridad, que la prensa no ha querido investigar. Para terminar el contrato tengo que declarar incumplimientos sucesivos, pero los contratistas han corrido y cumplieron con la siguiente entrega. Pero la verdad, y se lo digo honestamente, a mí y a la empresa no nos conviene terminar el contrato. Mientras tenga más compactadores puedo sacar más volquetas, que su alquiler vale más que el de un compactador y recogen menos y se necesitan más recorridos.

Usted me asegura que la empresa tiene un plan para abaratar costos, ¿cuál es?

No puedo hablar mucho de eso, pero tenemos una estrategia para que existan menos traslados de los residuos sólidos al relleno y para eso necesitamos estaciones de basura. También queremos que con los mismos costos del servicio los recicladores se conviertan en operadores. Pero todo esto se está diseñando aún.

Al llegar a la gerencia ¿Cómo encontró los estados financieros de Aguas de Bogotá?

Encontré una empresa con un buen músculo financiero y con un gran respaldo no sólo del Acueducto sino también de la Alcaldía. Sentí que toda la administración estaba concentrada en un único propósito. El gran músculo que tiene esta entidad es  el Acueducto que es una empresa con suficientes recursos y con experiencia.  Cuando yo llegué ya existía un convenio firmado con  el Acueducto y unos recursos girados.

Había un proceso sólido y con un buen sistema de control: una fiducia donde se depositaron los recursos, una supervisión e interventoría del contrato. Encontré la vinculación de 4.234 personas para el tema de aseo más los otros trabajadores que se encargan del resto de proyectos que tiene la empresa. Cuando llegué ya el Acueducto había hecho la licitación de la flota nueva y Aguas de Bogotá ya tenía los contratos de arrendamiento de compactadores y volquetas. LO primero que hice como gerente fue renegociar los dos contratos de alquiler de compactadores usados, lo que terminó en la terminación de uno de ellos y la reducción del valor del otro. 

El contralor distrital, Diego Ardila, le dijo a este diario que Aguas de Bogotá es una empresa inviable financieramente…

El modelo de la empresa es interesante porque trabaja por proyectos. No es una estructura como tal, en la medida que existen proyectos se vincula personal y se inyecta recursos, es muy flexible, adaptable, es un buen modelo. Nosotros no somos la niña boba de la administración, creo que es una buena propuesta. Lógicamente ha tenido proyectos difíciles que van más allá de lo técnico.

El anterior gerente Mario Álvarez no salió muy bien de la empresa…

Yo no puedo descalificar el trabajo de alguien y valoro mucho los esfuerzos que en la empresa se hicieron y se están haciendo.  Lo que tengo que decir es que encontré una entidad que se mete en un negocio nuevo y que sufrió lo mismo que otros entes territoriales de Colombia y el mundo  cuando se atreven a dar el salto de prestar directamente el servicio de aseo. Encontré una situación irregular, porque lo regular es que el servicio se esté prestando a cabalidad. A lo largo del tiempo, y comparando con otras ciudades de  Colombia y el mundo, para no irnos tan lejos: Quito, en donde ocurrió lo mismo que en Bogotá. En la capital de Ecuador, diez días antes de que el operador público empezara a trabajar, los operadores privados dejaron de recoger la basura. Es más parece como si los privados de Quito fueran los mismos de Bogotá.

¿Entonces, según usted,  los culpables del fracaso de Aguas de Bogotá el 18 de diciembre fueron los privados y no la empresa?

Si usted mira las estadísticas entre 2010 y 2012, se da cuenta que hay disminución de recolección de residuos sólidos días antes del 18 de diciembre y el único que tuvo en cuenta eso fue el vicepresidente Angelino Garzón.  El 17 de diciembre los operadores dejaron de recoger la basura antes de las diez de la noche.  Lo que sucedió el 18 fue provocado.  

¿Por qué?

Mientras que en los primeros 17 días de diciembre de 2011, los privados ingresaron al relleno 114.770 toneladas de basura. En los primeros 17 días de diciembre de 2012, llegaron al relleno sólo 107.911 toneladas. Es decir que 6.850 toneladas dejaron a ingresar a Doña Juana, lo que significa que a Aguas le tocó recoger esa cantidad de residuos sólidos.  Y a esto se suma a que dos empresas, Lime y aseo Capital, dejaron de recoger más residuos.  Y tengo las cifras: En 2011, Lime ingresó al relleno 67.194 toneladas, mientras que en 2012 fueron 55.755 toneladas, es decir que hay una diferencia de 11.493 toneladas. Aseo Capital: en 2011, ingresaron 61.979 toneladas, mientras que en 2012, sólo entregó al relleno 47. 242 toneladas, la diferencia es de 14.737. Esto no es nuevo, sucedió en Quito y le significó un costo político al alcalde, bajando su popularidad 15 puntos.  En Bogotá, los operadores privados no pensaron en ciudad.

¿Y cuál sería la autocrítica para Aguas de Bogotá?

A la empresa le faltó prever  el accionar de los operadores privados en el proceso de transición. 

Aguas de Bogotá replicó el modelo que venía implementando los privados ¿Por qué la empresa no utilizó el rediseño del servicio de aseo elaborado por la firma GIMA, en cabeza de Darío Beltrán, que fue contratado por el Acueducto?

El rediseño presentado por GIMA es muy bueno. Sin embargo es un rediseño para toda la ciudad, y al principio tuvimos el 18% y ahora el 30%. Es imposible aplicarlo solamente para dos zonas, hubiera sido fundamental si tuviéramos el 100% de las zonas. 

¿Cuántas localidades tiene Aguas de Bogotá a su cargo?

Empezamos con cinco, hoy tenemos 10. En las dos zonas tenemos 230 puntos críticos de basura, vamos a hacer alianzas con entidades del Distrito porque son sectores de la ciudad, por ejemplo, que tienen problemas de iluminación o se necesita el cerramiento de lotes. Ese trabajo va a ser conjunto con organizaciones sociales y juntas d

La concejala Maria Victoria Vargas denunció que usted se había subido su sueldo en $5 millones

Yo tomé eso con plena tranquilidad porque, primero, ese aumento salarial se hizo antes de que yo llegara al cargo, tengo las actas que así lo demuestran y, segundo, porque el aumento me parece justo y nada exorbitante. Cualquiera puede hacer una indagación y preguntar cuánto se gana un gerente de cualquier empresa. 

 

Por Diana Carolina Cantillo E.

 

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