:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/iIxYwRyi03Wqc0zy5x-Ll66BikY=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/WAHIYZUGJ5G7ZFCDMDCEZCF57Y.jpg)
Ante el paro que adelantan los trabajadores de Aguas de Bogotá, quienes desde la noche del miércoles se encuentran protestando frente al patio taller donde se encuentran los vehículos recolectores de basura, el alcalde Enrique Peñalosa declaró la emergencia ambiental y sanitaria en Bogotá, debido a que en el trancurso de este jueves se dejaron de recoger 2.700 toneladas de basura en 12 localidades de al capital.
De acuerdo con el mandatario, la medida se toma para garantizar la recolección de las basuras en la ciudad y así evitar problemas ambientales y de salud. Además el estado de emergencia le permite al Distrito contratar en los próximos días a empresas privadas para que realicen el trabajo de recolección. Según el alcalde miembros de la Fuerza Pública también ayudarán en la recolección.
Los trabajadores de Aguas de Bogotá entraron en asamblea permanente debido a que el 12 de febrero comenzará a operar el nuevo modelo de aseo del que quedó por fuera la empresa pública de basuras. Con el fin del operador quedarían sus 3.700 trabajadores sin empleo, por lo que piden al Distrito soluciones para lo que denominaron una "masacre laboral".
En la madrugada de este miércoles el Esmad dispersó a los manifestantes que se encontraban en el patio taller de la carrera 68 con 13, de acuerdo con las autoridades reportaron afectaciones de 67 vehículos utilizados para la recolección de basuras, mientras que los trabajadores de la empresa anunciaron que dos de los protestantes resultaron heridos. Además, al medio día y en la noche de este jueves se presentaron nuevos desmanes entre los manifestantes y el Esmad.
Lo que buscan los sindicatos de trabajadores de Aguas de Bogotá es que el Distrito garantice trabajo para todos los empleados de la empresa recolectora de basuras con las mismas condiciones y salarios. Los cinco nuevos operadores han dicho que están dispuestos a recibir a empleados de la empresa distrital, pero los líderes gremiales se han negado a entregar las hojas de vida de sus integrantes porque no recibirán a personas vulnerables, como madres cabeza de familia, mujeres mayores de 50 años, desmovilizados o personas en condición de discapacidad, así como a los que se encuentran sindicalizados.