Alertan graves irregularidades en viviendas de interés social y prioritario

La comunidad afectada dice que cuando le preguntan a la constructora cuándo va a terminar las vías, ésta les dice que agradezcan que por el valor pagado tengan dónde vivir.

Redacción Bogotá
08 de mayo de 2015 - 03:56 p. m.
Personería de Bogotá / Personería de Bogotá
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Viviendas con fisuras y humedades, vías y andenes sin terminar o mal construidos y presencia de terreno inclinado con desprendimientos, son algunas de las graves deficiencias constructivas que denunciaron a la Personería de Bogotá los compradores de 115 casas de interés social y prioritario en el proyecto urbanístico Rincón de Bolonia I, en la localidad de Usme, al sur de la ciudad.

En una visita al lugar, el ente de control corroboró muchas de las quejas, inclusive con conceptos técnicos de autoridades distritales como el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), la Alcaldía Local de Usme, la Empresa de Acueducto de Bogotá (EAB) y la Secretaría de Hábitat, sin que ninguna haya tomado medida alguna concreta para que el constructor cumpla con la calidad mínima del proyecto. Por el contrario, la Alcaldía Local y la Secretaría de Hábitat se responsabilizan mutuamente, sin que haya alguna acción efectiva, dice la Personería.

“Hábitat ha desembolsado en subsidios distritales $16.674 millones para desplazados y personas de escasos recursos, sin que se evidencien acciones para vigilar la correcta inversión del dinero público, es de destacar también que la interventoría del proyecto no se ha pronunciado ante las deficiencias presentadas. Sin embargo, éstas se contabilizan dentro del cumplimiento de metas del Plan de Desarrollo en materia de vivienda digna”, señaló el ente de control.

A los compradores les prometieron un parque infantil en el proyecto, que no se ve por ningún lado. En las escrituras de las casas se incluyó una escalera para que en un futuro puedan construir el tercer piso; sin embargo, a muchos sólo les dejaron el espacio.

Según la Personería, las viviendas evidenciaron fisuras, problemas de humedad, canaletas que desaguan sobre los andenes y problemas en las cubiertas. La comunidad dice que están inconclusas las obras de las zonas verdes, las áreas de control ambiental y no existe acceso a los parqueaderos, los cuales fueron construidos en pendiente. El conjunto no cuenta con espacios aptos para la circulación de personas con movilidad reducida.

“Las casas no tienen tanques de reserva. Además, la constructora, contrariando la recomendación hecha por la EAB de ubicar el tanque de almacenamiento de agua potable general en la parte más alta de la urbanización, a fin de distribuir por gravedad y de manera más eficiente el líquido a cada una de las viviendas, minimizando así los costos de operación, lo instaló en la parte baja contigua al salón comunal”, agregó.

El Acueducto informó que las Redes de Evacuación Pluvial no han sido recibidas por la falta de construcción de pozos y sumideros localizados en las vías.

De acuerdo con los conceptos técnicos del IDU, “No hay vías entregadas y los avances de ejecución de las obras viales no cumplen con las especificaciones técnicas de diseño en cuanto a los espesores granulares; la base asfáltica aplicada a la vía no es la mezcla aprobada, se encuentran evidencias de su baja calidad y contaminación de la capa instalada”. Por su parte, “…los andenes construidos no se ejecutaron de acuerdo a la cartilla de diseño de andenes; por ende no cuenta con la aprobación por parte del IDU o de la Secretaría de Planeación”, agrega.

La Personería descubrió que el Permiso de Habitabilidad de la Secretaría de Hábitat a la fecha no ha sido expedido. No obstante, la Urbanización Rincón de Bolonia entregó la mayoría de las viviendas hace dos años, aprovechando las necesidades económicas de los compradores, que se vieron obligados a recibirlas sin estar aptas para habitarlas.

La Alcaldía de Usme informó que no otorgó al Constructor el Permiso de Ocupación para las viviendas debido a que las obras de urbanismo aún no se encontraban en un avance de ejecución tal que les permitiera una habitabilidad. No obstante, reconocen que luego llegaron tarde a realizar el control urbano, pues ya estaban habitadas.

Dice la Alcaldía local que, pese a las quejas verbales recibidas sobre accesos y parqueaderos, falta de agua y luz, y grietas en los apartamentos, ellos no son competentes para actuar y no tienen personal idóneo; que Hábitat debe realizar el control. Por su parte, la Secretaría de Hábitat no ha tomado medidas contundentes.

Mientras tanto, los habitantes de las diminutas viviendas tienen que buscar recursos para arreglarlas ante los incumplimientos de la constructora y para los gastos de la motobomba que impulse agua a sus casas. Eso sin contar que tendrán que pagar administrador, contador, empresa de vigilancia, todero y correr con todos los gastos de mantenimiento de las zonas comunes, pues a la constructora se le ocurrió inscribir el conjunto como de propiedad horizontal.
 

Por Redacción Bogotá

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