Juan Martín Caicedo Ferrer, presidente de la CCI, le propone al alcalde Samuel Moreno cinco estrategias en materia de infraestructura física de la malla vial en Bogotá.
1. Priorizar la construcción de las vías arteriales e intermedias de las grandes avenidas, con un incremento de kilómetros en cada uno de esos corredores.
2. Procurar porque las obras de la fase tres de Transmilenio se cumplan en el periodo establecido por el Distrito: dos años.
3. Canalizar y orientar mayores recursos de las 19 localidades en la recuperación de su malla vial.
4. Estructurar e implementar la construcción de peajes cuya financiación se sustenta en la participación de capital privado.
5. Hace una mayor inversión en puntos críticos de la ciudad que impactan negativamente en la movilidad como la calle 82 con la paralela de la Autopista Norte y la construcción de vías sencillas en la zona industrial de Bogotá.
Caicedo Ferrer dice que el sector privado se compromete a acompañar al Instituto de Desarrollo Urbano, IDU, a través del apoyo a proyectos de investigación y desarrollo de infraestructura, en la búsqueda e implementación de nuevas técnicas, materiales, equipos y tecnología de construcción, con el objetivo de optimizar la relación costo beneficio de las obras y su ejecución en plazos más cortos.
Con respecto a la movilidad, plantea tres los siguientes tres frentes:
1. Adquisición de nuevas tecnologías de semaforización inteligente y de centros maestros de control de tráfico. Así mismo, el incremento de policías de tránsito para controlar las infracciones y ayudar a mejorar la movilidad de los usuarios de transporte público y particular.
2. Incluir esquemas tarifarios para el cobro de estacionamientos en bahías en zonas públicas habilitadas para tal fin. También, analizar el cobro del vehículo particular en zonas donde las condiciones de congestión lo justifiquen, como un instrumento de gestión de tráfico.
3. Monitorear permanentemente las recientes medidas tomadas por la Administración Distrital.