El pico y placa durante catorce horas ya deja secuelas en las plazas de mercado, según comerciantes de Corabastos y Paloquemao la restricción impide que quienes traen alimentos desde otras ciudades y municipios lo hagan de la misma forma; pues el mecanismo con el que trabaja el transporte de carga en este sentido es llegar a Bogotá a las tres de la mañana, descargar los productos, descansar y regresar a las 10 am, pero con la medida el abastecimiento de alimentos se interrumpe durante dos días a la semana y ocho al mes.
En un foro de movilidad realizado por el senador Jairo Clopatofsky, el concejal de Bogotá, Javier Palacio Mejía, reiteró su oposición con el pico y placa, pues según él, están dejando de entrar 50.270 vehículos de otros municipios.
“Las personas que viven en zonas aledañas a la capital y aquellos que traen desde otros lugares comida a Bogotá se están viendo afectados con esta restricción. Ya se está sintiendo un alza en los precios de los alimentos y algunos productos ya están empezando a escasear” dijo.
Según el cabildante, al mes se registran 10 millones de viajes a distintos municipios, el 4,5% se realizan a Chía, Cajicá y Zipaquirá. El 68% de los trayectos lo hace el transporte público y de carga y el 11% los carros particulares.
Por otra parte, Palacio Mejía dijo que en vez de estar gastando 6.000 millones de pesos en estudios del Sistema Integrado de Transporte Público y otros dos millones de dólares en estudios que definen si es viable el Metro o no, deberían repararse las vías antes que nada, pues según él, el 6% de las vías de Bogotá están en buen estado, el 67% regulares y el porcentaje restante en “pésimas condiciones”.