El concejal de Bogotá, Carlos Vicente de Roux, dijo que los habitantes de la localidad de Chapinero han manifestado su descontento porque dicen estar aburridos con las rumbas caseras que se extienden hasta el día siguiente, perturbando la tranquilidad de residentes de este sector.
Según el Cabildante, los ciudadanos ahora no sólo alquilan sitios fuera del perímetro urbano de la capital para poder rumbear pasadas las tres de la mañana, sino que hacen fiestas en casas y apartamentos; lo que mortifica cada día más a los residentes de Chapinero.
“Este fenómeno se despliega a otras dimensiones, porque se trasladó el consumo indiscriminado de licor y drogas a sitios en donde le queda más difícil a la Policía controlarlo” indicó De Roux.
Así mismo, dijo que este tipo de normas hacen que la problemática se traslade y no se elimine, pues señaló que la rumba en Bogotá es interpretada como un fenómeno nocivo que hace que se tomen medidas represivas.
Nuevamente se habló de la reducción de ventas por esta medida, pues con la prohibición del expendio de licor después de las once de la noche y con el cierre de clubes privados a las tres de la mañana se ha disminuido la actividad económica en este sentido. El cabildante Distrital dijo que el 2% del Producto Interno Bruto (PIB) está ligado a la rumba.
Además, resaltó que uno de los atractivos turísticos de Bogotá es precisamente la rumba y que la medida podría entorpecer de una u otra forma el turismo hacia la capital.