Aunque el ministro de Transporte, Andrés Uriel Gallego, el contralor General, Julio César Turbay y el Consejo de Estado están de acuerdo con la demolición de la terminal aérea, el Gobierno no ha notificado al consorcio Opain, firma encargada de la renovación de Eldorado, de la decisión.
El Gobierno, por su parte, dice que es viable la demolición del aeropuerto, teniendo en cuenta, que es una edificación de 50 años que no cumple con los requisitos antisísmicos y en futuro no sería apta para una nueva ampliación.
Fuentes de Opain aún no se pronuncian frente al tema porque señalan que no les han notificado de la decisión; de ser así, primero tendría que terminarse la terminal internacional (T2), la cual presenta retrasos, para iniciar la demolición de la terminal Nacional (T1).
Según el Contralor General, la demora en la entrega de la construcción de la terminal aérea es responsabilidad del mismo Gobierno por ser quien diseñó el proyecto. Turbay señala que hay inconvenientes de tipo técnico, financiero y legal, en este sentido.
Por su parte, el Consejo de Estado también avaló la demolición, puesto que se permitiría mejorar los objetivos del mismo a largo y corto plazo. Así mismo, la Procuraduría General de la Nación manifestó su viabilidad con el proyecto y se espera que se emita un documento que garantice la ejecución del mismo.
En caso de que se diera, oficialmente, luz verde para tal propósito, Opain tendrá que definir diseños, parámetros y decidir si el edificio tendría uno o dos pisos y una conexión con el exterior, entre otras cosas.
Al parecer, la Aeronáutica Civil no está de acuerdo con la demolición y se inclina más con la remodelación.