Así se imaginan los ciudadanos el Transmilenio por la Séptima

Academia, veedores y organizaciones se reunieron para crear siete propuestas sobre cómo se imaginan el sistema en este corredor. Desde estaciones que funcionen con paneles solares hasta un cable aéreo están dentro de las ideas.

Laura Dulce Romero
25 de abril de 2017 - 03:00 a. m.
Así se imaginan los ciudadanos el Transmilenio por la Séptima

Transmilenio (TM) por la carrera Séptima es un hecho. Aunque muchos sectores están en contra, la administración ha dicho que seguirá adelante y, de hecho, hoy se cierra la etapa de estudios. Anticipándose a este panorama, algunos ciudadanos crearon hace más de seis meses un espacio para que quienes habitan y frecuentan este corredor plantearan cómo se imaginan la vía a futuro. Lo llamaron “Construyendo nuestra Séptima”. (Lea: El Transmilenio que dejaría Peñalosa)

La iniciativa la integraron ciudadanos del común y seis organizaciones: Bogotá Cómo Vamos, la Universidad Javeriana, la Cámara de Comercio, la Universidad El Bosque, Corposéptima y la Veeduría Distrital. Casi 200 personas se reunieron durante seis meses para esbozar ideas. La meta es presentárselas al Distrito para que las use como insumo en el diseño del proyecto.

La Séptima es un corredor de 40 kilómetros que alberga una vasta diversidad. No es para menos:  cruza las localidades de Usaquén, Chapinero, Santafé, La Candelaria y San Cristóbal. Todas ellas con distintos usos de suelo y estratos. Así que el ejercicio fue muy enriquecedor, según Mauricio Rico, director de Corposéptima, porque pudo recopilar las necesidades comunes de las personas que conviven en este espacio y, como pocas veces, los obligó a pensar en comunidad: “La idea de este trabajo no era opinar sino proponer. Queríamos ser incidentes en un proyecto que, creemos, va a cambiarle la cara a Bogotá”.

Los talleres tuvieron cuatro temáticas: medioambiente, urbanismo, movilidad y espacio público. Cada persona propuso ideas, luego se socializaron y se decantaron. Al final sumaron siete iniciativas que se compartieron con expertos. Ellos se encargaron de definir si eran o no viables. Aunque no son propuestas técnicas, están seguros de que es una herramienta útil para que la Alcaldía sepa qué quieren los ciudadanos. (Lea: Distrito ya eligió la firma que hará los estudios de Transmilenio por la Carrera 7)

“Esperamos que el Distrito las tenga en cuenta. La administración acompañó este proceso como un observador y esperamos que la comunicación con la comunidad continúe”, señaló Ómar Oróstegui, director de Bogotá Cómo Vamos.

Si en algo están de acuerdo todos, es que esperan que TM sea distinto en esta vía. No quieren las estaciones metálicas que se ven en la Caracas. Con esa idea clara se lanzaron al terreno del urbanismo y propusieron estas opciones:

Hitos urbanos

Si de algo están seguros los ciudadanos es que no quieren las mismas estaciones de otros corredores. Según ellos, lo ideal es que cada una tenga características particulares, acordes con las dinámicas de cada sector. No desean que se uniforme la Séptima, sino que se cree un museo a cielo abierto, donde las personas usen un medio de transporte, pero también lo admiren. Recomiendan usar otro tipo de materiales, como la guadua y el ladrillo, y proponen la creación de nuevos espacios de disfrute alrededor de cada vagón. Que si alguien se baja, pueda encontrar un café, una plazoleta o un restaurante.

Espacio público

Con la obra, los vecinos de la Séptima esperan disfrutar el corredor y aprender a apreciar la calle, no como el sitio donde hay que cuidarse sino como un espacio para compartir. Con esa mentalidad, quieren más plazoletas, puntos de reunión, zonas verdes, en especial para la calle 183. También consideran pertinente fortalecer el mobiliario urbano para el aprovechamiento económico alrededor de las estaciones, mejorar los andenes del corredor, construir baños públicos en las estaciones con mayor tráfico y garantizar un acceso universal y diferencial.

Corredor eficiente

Transmilenio no deben mirarse solo como un medio de transporte. Para los ciudadanos, es indispensable que exista una intermodalidad: que se aseguren que el diseño cuente con un sistema de bicicarriles conectados entre sí; que haya nuevos pasos seguros e, incluso, se integren otros medios al proyecto, como un metrocable (no turístico) para garantizar el acceso al sector del Codito. Por otro lado, piden que exista una estrategia integral de movilidad acompañada de un programa de cultura ciudadana y que se formule un plan para mitigar los impactos de la movilidad durante la ejecución de la obra.

Sistema sostenible

Los vecinos de la Séptima aseguran que ese corredor se destaca por ser verde y así quieren mantenerlo. Esperan que el Distrito adquiera una flota de buses con tecnologías limpias y utilice materiales amigables con el medio ambiente, como el pavimento que permita el drenaje. También aspiran a que las estaciones tengan techos verdes y funcionen con paneles solares. Como este corredor colinda con los Cerros Orientales, los participantes sueñan con que se recuperen las quebradas y se integren al corredor. Asimismo, solicitan más siembras de árboles y jardines verticales.

Memoria histórica

Los participantes consideran que siempre se ha desconocido el valor histórico de la Séptima y por eso desean que en esta ocasión se resalte. Quieren que los nombres de las estaciones tengan un significado histórico o cultural y que se conecten con los monumentos históricos aledaños. En casos particulares, esperan que haya una articulación entre el TM con el centro histórico de Usaquén y que la estación de la calle 72 se diseñe de una manera integral, preservando los elementos urbanos, que reflejen la identidad del Centro Empresarial. Finalmente, quieren promover espacios, procesos y campañas pedagógicas alrededor de la historia, el medio ambiente y la cultura de cada sector.

Fortalecimiento institucional

Lo primordial, para los participantes, es que se cree una gerencia para el proyecto y se garantice una articulación interinstitucional con otras entidades, como el IPES o la Secretaría de Cultura. Ahora, con la discusión del POT, quieren que se incluya el proyecto y otras normas de gestión del suelo, así como contribuir a la creación de mecanismos de control y seguimiento para el cumplimiento de los tiempos de obra, presupuesto y evitar riesgos como la corrupción.

Participación ciudadana

Los habitantes de esta vía no quieren que su papel se quede en los talleres. Su intención es continuar cerca de la construcción de Transmilenio que, según los planes, entraría en operación a finales de 2020. Pero, para ello, necesitan que el Distrito defina diferentes canales de comunicación e invite a la ciudadanía a la construcción y el mantenimiento de espacios, como el embellecimiento de fachadas o culatas. Una vez se instale Transmilenio, insisten en que sean permanentes los procesos pedagógicos para la apropiación y uso del sistema.

Así va el proyecto

En diciembre del año pasado, la firma Ingetec S.A. Ingenieros Consultores fue seleccionada, mediante un concurso de méritos abiertos, para elaborar los estudios y diseños para la construcción de Transmilenio por la carrera Séptima, entre las calles 32 y 200.  El costo del contrato fue de $10.800 millones y se espera que los resultados estén listos, a más tardar, en noviembre de este año.

De acuerdo con el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), la financiación del Transmilenio por la Séptima dependerá de la etapa de estudios y diseños. Sin embargo, actualmente, se evalúan cuáles podrían ser los medios de financiación. El alcalde Enrique Peñalosa aseguró hace unos meses que podría pagarse con cupo de endeudamiento y valorización.

Transmilenio por la carrera Séptima es una de las apuestas del alcalde Enrique Peñalosa, incluidas en su plan de desarrollo. Dentro de los diseños de la troncal, como novedad, el contratista debe incluir los diseños para construir una conexión por la calle 72, que unir la nueva troncal de la Séptima con la Avenida Caracas, así como un patio portal y las conexiones operacionales del sistema en las calles 26,100 y 170. 

Aunque la troncal se propuso desde el mismo momento en que nació el sistema de transporte, los primeros estudios se hicieron en 2007, durante la administración de Luis Eduardo Garzón. Desde entonces la obra ha generado rechazo en algunos sectores, como habitantes de la Séptima y políticos. Incluso, en su momento suspendieron el proyecto tras conocer un estudio de la Universidad Santo Tomás que concluyó que una troncal no tendría cabida por esta vía.

A pesar de esto, Alexandra Rojas, gerente de Transmilenio, defendió su propuesta, argumentando que es una de las principales vías conectoras con el centro de la ciudad. Desde que Peñalosa inició su gestión, indicó que Bogotá contaría al final de su mandato hasta con ocho nuevas troncales del sistema. La séptima, que sería la primera, avanza con paso firme. 

Por Laura Dulce Romero

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