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Aumenta guerra de tarjetas para Transmilenio

Fernando Sanclemente, gerente de Transmilenio, aseguró que Recaudo Bogotá debe hacer pruebas para cumplir con el proceso en el recaudo del Sistema Integrado de Transporte.

Verónica Téllez Oliveros
11 de abril de 2013 - 09:53 p. m.
José Hernández, presidente de Recaudo Bogotá y  Jaír Ortiz, subgerente técnico de Angelcom. / Cortesía Transmilenio
José Hernández, presidente de Recaudo Bogotá y Jaír Ortiz, subgerente técnico de Angelcom. / Cortesía Transmilenio

Luego del toma y dame entre Angelcom y Recaudo Bogotá, los operadores encargados de manejar el sistema de pago en el Sistema Integrado de Transporte Público, sobre quién tiene la culpa de que los bogotanos aún no puedan transportarse con un único medio, ayer el gerente de Transmilenio, Fernando Sanclemente, le dio un jalón de orejas a la segunda firma para que cumpla con sus obligaciones. Sin embargo, esta guerra entre los privados aún no parece estar resuelta.

Un largo proceso de reclamos, charlas con el Distrito y comunicados de prensa acusando a la empresa contraria de impedir la integración del recaudo del SITP ha rodeado la tensión entre Angelcom y Recaudo Bogotá. Pero sólo hasta ayer Transmilenio se atrevió a poner en cintura a uno de los operadores: Recaudo Bogotá, firma que ganó la licitación de 2011 para manejar el medio de pago del transporte de la capital.

Aunque aseguró que su intención no es abogar por ninguno de los operadores, Sanclemente fue claro al decir que Recaudo Bogotá “no puede cambiar las reglas de juego de la noche a la mañana”. Según el gerente, el 3 de abril la firma le comunicó a Transmilenio que la información que requería por parte de Angelcom para cumplir con los procesos de integración estaba completa pero que necesitaba profundizar en ella.

Para Sanclemente, este pedido no tiene ninguna razón de ser, ya que “Angelcom, además, facilitó los módulos SAM (que permiten hacer pruebas con las tarjetas) y Recaudo no puede seguir insistiendo en que no ha recibido la información”. Pero José Hernández, presidente de la empresa, explicó que el 5 de abril le manifestó a Transmilenio que los datos recibidos son incompletos.

Hernández explicó que la alternativa que ha tomado la empresa es hacer ensayos con la información que ha recibido para intentar la integración. “Nuestro sistema puede leer los códigos de las tarjetas de Angelcom, pero necesitamos más datos y que nos dejen entrar a las estaciones de las fases I y II (que están a cargo de esta firma) para hacer pruebas con sus equipos”.

Así, no es claro si Recaudo Bogotá podrá cumplir con los plazos que le dio Transmilenio para solucionar los inconvenientes. Sanclemente dijo que la próxima semana la firma deberá hacer una prueba que, de resultar exitosa, debería permitir solucionar los problemas en tres meses y medio. Además indicó que si la empresa no cumple podría enfrentarse a sanciones económicas.

Pero de fondo también hay una pelea entre los operadores acerca de la estrategia para cumplir con la integración. Angelcom ha insistido en que la responsabilidad de Recaudo es cumplir el contrato y generar tarjetas que sean compatibles con las suyas. Jaír Ortiz, subgerente técnico de Angelcom, aseguró que lo ideal para resolver el lío de la integración es que no se intervengan las estaciones, y añadió que hasta el momento Transmilenio no le ha pedido a la empresa permitir que Recaudo Bogotá acceda a los torniquetes de las fases I y II para revisarlos.

Frente a este punto, Fernando Sanclemente también explicó que para tener un medio de pago único se pueden usar varias tarjetas, de diferentes operadores o fabricantes. Esto se explica en función de las necesidades del usuario, “de manera que pueda acceder a cualquier parte del sistema, sin restricciones por tipo de tarjeta, operador o servicio solicitado”.

Precisamente, el uso de varias tarjetas que sean leídas por torniquetes o lectores mediante el software necesario fue una de las opciones que le indicaron asesores de la Universidad de los Andes a Transmilenio, como lo confirmó ayer Sanclemente y lo había señalado El Espectador en su edición del 31 de marzo. La otra opción es que las tarjetas tengan una interfaz de comunicación compatible con la de las tarjetas Mifare de Angelcom.

De esta manera habrá que esperar a que Recaudo Bogotá realice las pruebas pertinentes y ver si logra un resultado para la integración de los modos de pago en el SITP. Al preguntarle a Sanclemente respecto a rumores sobre su intención de favorecer a una firma, aseguró que no considera aceptable ningún comentario de este tipo y que Transmilenio ha dejado en claro que ha hecho lo posible por solicitar información para cumplir con el proceso.

Por Verónica Téllez Oliveros

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