Bibliotecas: no pasan de moda en Bogotá

Ahora, Bogotá tiene 23 bibliotecas físicas y una virtual, así como una amplia oferta de lectura en lugares no convencionales. El reto es aumentar el índice de lectura y atraer a más visitantes.

Yorley Ruiz M / yorley.ruizm@gmail.com
02 de junio de 2018 - 03:00 a. m.
Bibliotecas de Marichuela, El Parque y Pasquilla. / Secretaría de Cultura de Bogotá
Bibliotecas de Marichuela, El Parque y Pasquilla. / Secretaría de Cultura de Bogotá

Bogotá es la segunda ciudad del país que más lee, pero quiere ser la primera. Por ello tiene en marcha una estrategia que comprende las 20 bibliotecas públicas con las que cuenta, más tres que estarán próximas a inaugurar, 81 parques con PPP (Paraderos Paralibros Paraparques), 10 bibloestaciones en Transmilenio, programas de lectura en siete plazas de mercado, 35 centros infantiles, cinco salas intergeneracionales y una amplia oferta de programas en cárceles, hospitales y centros de atención para poblaciones vulnerables, con el fin de disminuir las barreras de acceso a los libros y a la educación.

A este plan se integra la biblioteca virtual, que cuenta con 24.000 libros, bases de datos con contenidos especializados, así como revistas y juegos, entre otros servicios, a los cuales podrán acceder los ciudadanos que tengan el carné de BiblioRed, que pueden adquirir gratis en centros no convencionales de lectura como PPP, biblioestaciones y bibliotecas públicas.

Estos nuevos espacios se suman a una variada programación cultural y académica permanente, como visitas de autores, foros, charlas, talleres y cineclubes. Además, para disminuir la brecha digital, se ofrecen programas de alfabetización y el uso de información.

Así pues, las bibliotecas en Bogotá no pasan de moda, pues según Ana Roda, directora del Plan Distrital “Leer es volar”, las bibliotecas tienen vigencia en la ciudad como centros de oportunidades, de intercambio cultural, de encuentro y, sobre todo, garantes de derechos. “Tenemos que modernizarnos, a la vez que fortalecemos los espacios materiales. Las bibliotecas deben atraer de maneras distintas a las personas con una amplia oferta formativa y cultural”, concluyó la funcionaria.

La rural de Ciudad Bolívar

“Para conseguir una enciclopedia nos tocaba ir hasta la Luis Ángel Arango. Si era una consulta por internet tocaba llevar a los niños al único café internet que hay en el sector, y el dueño era quien prácticamente les hacía las tareas”, relata Reinaldo Táutiva, presidente de la Junta de Acción Comunal de Pasquilla, zona rural de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá.

Por ello celebra la creación de una biblioteca en la zona, en lo que antiguamente era la cancha del colegio rural. Aunque no ha abierto sus puertas, ve en ella la posibilidad de mejorar la interacción de los padres con sus hijos, así como el acceso al conocimiento.

Esta biblioteca es la segunda en zona rural de la capital. La primera se abrió en Sumapaz en 2017, la localidad más alejada de la ciudad. Allí, después de un trabajo comunitario, los habitantes se apropiaron de la infraestructura.

“La población en Pasquilla es campesina, trabaja con cooperativas lecheras y su acceso a una biblioteca no era tan fácil. Por ello, también estamos haciendo estudios de cartografía social para conocer qué quiere la comunidad y lograr así que se apropie de este nuevo espacio”, explicó la directora de BiblioRed, Diana Carolina Martínez.

Especializada en literatura infantil

La biblioteca El Parque, ubicada en el Parque Nacional Enrique Olaya Herrera, en la localidad Santa Fe, es la única de la ciudad especializada en literatura infantil. Hoy cuenta con 2.000 títulos y se espera que durante los próximos meses llegue a los 5.500. La selección podrá ser consultada por promotores de lectura, cuidadores, padres, estudiantes de literatura y, por su puesto, niños y jóvenes.

Muchos de estos títulos no se encuentran en otra biblioteca de la ciudad, debido a que hacen parte de la colección del antiguo fondo bibliográfico que funcionaba en este espacio y que estuvo a cargo del Ministerio de Cultura.

Según la directora de BiblioRed, Diana Carolina Martínez, en este espacio hay talleres de apreciación artística, el programa Papás al Parque, visitas e incluso recorridos para jardines infantiles, sin ningún costo. Además de una constante y variada programación.

Este espacio, que fue remodelado durante 11 meses y contó con una inversión de $160 millones, tiene ahora un estilo creativo, que busca conjugar las ramas de los árboles y formas orgánicas del parque con sus instalaciones, con el fin de crear un escenario atractivo.

De la escuela a la comunidad

“A veces, cuando iba a la biblioteca de la Institución Educativa Miguel de Cervantes Saavedra, cerca de mi casa, me daba desazón. Uno no se podía llevar los libros para la casa y no había casi libros en los estantes. Eso me disgustaba y prefería ir a bibliotecas más grandes, como la Virgilio Barco”, relata Édgar Serna, habitante de Marichuela, en la localidad de Usme, en el sur de Bogotá. En esta zona no había una biblioteca con las adecuaciones necesarias para las consultas bibliográficas ni virtuales.

Después de un trabajo de adecuación, dotación y remodelación de las instalaciones, la administración convirtió este espacio en una biblioteca público escolar que abrió sus puertas el pasado 7 de abril. Ahora, no sólo pueden acceder los estudiantes de la institución, sino jóvenes y adultos de la localidad, y en ella podrán encontrar espacios de lectura, escritura, aprendizaje e intercambio cultural. La adecuación tuvo un costo de $961 millones.

“Me gustaría ser promotor de lectura. Mi pasión por las bibliotecas es porque allí encuentro sabiduría, reconciliación. Son mi refugio. Esto es algo que vivo y que gozo”, agrega Serna, quien además es estudiante de lingüística y literatura.

Programas de lectura para habitantes de calle

Actualmente, en la ciudad se llevan a cabo diferentes programas de lectura y escritura para habitantes de calle, como los que se realizan en los centros del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (Idipron), donde personal de las bibliotecas de La Peña (localidad Santa Fe) y Rafael Uribe Uribe, adelantan el programa “Encuentro con las palabras”.

Además, en el marco de la estrategia Lectores Ciudadanos, BibloRed desarrolla procesos de promoción de lectura en los hogares de paso, que están ubicados en las localidades Los Mártires, Puente Aranda y Santa Fe. En lo que va corrido del año lleva 180 asistencias, según datos del Distrito.

De igual forma, en la biblioteca pública de la localidad de Puente Aranda se desarrolla desde hace dos años el programa Café Literario, en el que también participan habitantes de calle. Finalmente, la Red de Bibliotecas adelanta una “ruta de acompañamiento a habitantes de calle” para fortalecer la oferta.

Por Yorley Ruiz M / yorley.ruizm@gmail.com

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