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El pasado 9 de abril la Secretaría de Movilidad publicó el proyecto de pliegos para seleccionar por licitación al encargado de operar por seis años el primer sistema de bicicletas públicas de la capital. Y aunque desde esa fecha se estableció un cronograma, que indicaba que este mes se conocerían los interesados en quedarse con el contrato, el proceso está estancado. Es decir, el Distrito ha incumplido su propio cronograma.
Varios activistas y seguidores del tema de las bicicletas en la ciudad estuvieron a la expectativa el pasado martes para conocer las firmas interesadas en ganar la licitación del sistema de bicicletas públicas. De acuerdo con el calendario publicado en el portal de contratación pública, el proceso abrió el pasado 9 de abril y tenía el 15 de julio como fecha de cierre.
Sin embargo, luego de tres meses y de varios aplazamientos para dar respuesta a las observaciones que hicieron algunos posibles proponentes, el martes la Secretaría de Movilidad publicó otro aviso en el portal de contratación en el que señaló que la entidad está adelantando trámites legales y diferentes análisis antes de continuar el proceso. Y aclaró, una vez concluya este proceso, “se abrirá formalmente el proceso de selección en comento”. Esto a pesar de que el proyecto de pliego de condiciones indica la apertura debía publicarse el 10 de junio.
Ante esta situación, la secretaria de Movilidad, Constanza García, le explicó a El Espectador que esto ocurrió porla falta de un trámite: “entregar al Ministerio de Hacienda un concepto que garantice que el proyecto no genera riesgos y, por lo tanto, la administración no tiene que aportar recursos al Fondo Nacional de Contingencias”. De lo contrario, además del aporte de dinero, el Distrito tendría que esperar a que la entidad nacional apruebe las cláusulas de la licitación.
Lo que viene ocurriendo generó preocupación y cuestionamientos por la posible falta de planeación en este proceso de contratación, que brindaría una alternativa de movilidad para los bogotanos. Una de las preocupaciones es que, si el proyecto no se concreta este año, el sueño de tener un sistema de bicicletas públicas en la capital se tendría que aplazar mínimo hasta 2016.
La razón es que, al ser una alianza público-privada de iniciativa pública, no se puede aprobar en el último año de la administración en curso. Así lo explicó la concejal María Fernanda Rojas, quien es una de las personas que manifestaron su preocupación por el desorden en este proceso. “El drama es que se publicó el cronograma y los que quisimos estar pendientes del proceso para ver quiénes eran los proponentes y saber si había ofertas serias, nos enteramos el martes de que ni siquiera se ha abierto la licitación”.
Rojas conoce los procesos de contratación, pues fue directora del Instituto de Desarrollo Urbano hasta el año pasado. Por eso explica que la apertura y adjudicación de una licitación se demora al menos tres meses, así que si el Distrito quiere dejar contratado el proyecto de bicicletas este año tendría que abrirla en agosto. “De manera que estamos en una ruta crítica y los tiempos no son amplios”, agregó la concejal.
La secretaria de Movilidad es optimista y dijo que la publicación del pliego de condiciones definitivas es cuestión de días. Para esta concesión, el Distrito aportaría máximo $4.200 millones al consorcio que quede seleccionado. Según García, “los recursos están amparados por un certificado de disponibilidad presupuestal y ya se hicieron los ajustes a los pliegos del proyecto de licitación, teniendo en cuena las observaciones que hicieron los interesados en ser los nuevos operadores del sistema de bicicletas públicas de Bogotá.
Características del proyecto
El proyecto de bicicletas públicas se desarrollaría en ocho zonas y contaría con 2.851 vehículos. La zona más grande será la del Centro Internacional-Chapinero- Chicó-Candelaria. Irá desde la calle 7ª hasta la calle 100, entre la carrera 7ª y la autopista Norte y la avenida Caracas, un tramo con 84 cicloestaciones.
El resto de zonas, según los estudios de la firma Steer Davies and Gleave, son Kennedy, Polo, Los Alcázares, Galerías, Teusaquillo, Santa Bárbara y Usaquén. El operador tendrá que implementar mínimo la zona más grande (Centro Internacional- Candelaria) y la de Kennedy, en 18 y 24 meses respectivamente. El resto las podrá proponer como parte de la expansión del sistema durante los seis años que dure al frente del proyecto.
vtellez@elespectador.com
@VeronicaTellez