Por cuenta del vencimiento de un contrato suscrito entre el Distrito y privados, este lunes salieron de operación 80 ambulancias que estaban al servicio de la red de emergencias de Bogotá. El hecho fue criticado por el concejal Julio César Acosta (Cambio Radical), quien advirtió que el servicio de ambulancias de la ciudad se encuentra en crisis.
“Si la semana pasada la situación era critica con 174 ambulancias al servicio, hoy el panorama es mucho más grave porque la ciudad solo cuenta con 94 ambulancias, debido a la decisión del Distrito de dar por terminado el convenio y no tener un plan B para adelantar un proceso de selección o licitación nueva”, dijo el cabildante.
Haciendo referencia a estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Acosta recordó que una ciudad debe tener una ambulancia por cada 25 mil habitantes; no obstante, en la capital del país hay un vehículo de servicio por cada 95.744 personas, “lo que es insuficiente para atender a los ciudadanos si se presentara una emergencia de gran magnitud”.
A las críticas respondió el secretario de Salud de Bogotá, Luis Gonzalo Morales, quien argumentó que el Distrito está en capacidad de atender situaciones de emergencia en vía y espacio público con las ambulancias, negando que haya un déficit y señalando que, incluso, hay más de la cuenta.
“Nuestra obligación es atender emergencias y desastres en el espacio público, y para ello se disponen de 132 ambulancias que seguirán cubriendo emergencias. Lo que no vamos a seguir cubriendo serán las obligaciones de entidades privadas y la gente puede estar tranquila, hay capacidad suficiente (…) Bogotá no tiene déficit de ambulancias y hay más de la cuenta, lo que pasa es que actúan en desorden”, manifestó el funcionario.
Morales señaló que la Resolución 5592 del Ministerio de Salud establece que los traslados en ambulancia están incluidos en el plan obligatorio de salud, por consiguiente la responsabilidad en la prestación del servicio es de las entidades promotoras de salud: “Estas organizaciones deben contar con planes de emergencia y disponer de mecanismos o empresas para el traslado de pacientes, no es responsabilidad del Distrito”.
El secretario de Salud sostuvo que durante 2015, el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE) recibió 800 mil llamadas a través de la Línea 123, de las cuales 21 mil obedecen a situaciones críticas y de estas, solo el 3% le correspondió atenderlas al Distrito.
“El resto son llamadas que provienen mayoritariamente de las viviendas de los pacientes, entidades e instituciones privadas como universidades, industrias y centros comerciales, quienes tienen la responsabilidad de establecer sus planes de emergencia, para garantizar el traslado de los pacientes”, indicó.
El caso que encendió las alarmas en el Distrito por la supuesta carencia de ambulancias fue el de la estudiante universitaria Alejandra Caldas, de 30 años, quien falleció la semana pasada luego de esperar por varios minutos una ambulancia que la atendió luego de que una de sus compañeras le cerrara al paso a uno de los vehículos. (Lea: Supuesta negligencia de línea 123 habría ocasionado muerte de estudiante embarazada)
Ante la supuesta negligencia de la línea 123, el Distrito respondió que recibió la primera llamada de emergencia a las 9:55 de la noche, y sobre las 10:00 se despachó una ambulancia que tardó en acudir al sitio 9 minutos, por lo que el tiempo de respuesta total de toda la emergencia habría sido 13 minutos.