Daniel Mejía, secretario de Seguridad del Distrito, aseguró hoy que la capital del país logró un mínimo histórico en la tasa de homicidios: “15,8 por cada 100.000 habitantes", un índice que no se lograba hace 40 años. Hubo una reducción del 6%, es decir, 81 homicidios menos en comparación con 2015,.
También Mejía destacó la reducción en el hurto a celulares, que cayó un 20 %, así como el hurto al comercio, que logró una disminución del 30 %. Otro de los delitos que bajó fue el de las lesiones personales, en 16%.
“Felicitaciones y gracias a la Policía, Fiscalía y Secretaría Seguridad por logros en seguridad 2016. Seguiremos mejorando”, dijo el alcalde Enrique Peñalosa en su cuenta de Twitter.
El logro, incluso, lo resaltaron los opositores del Distrito. Gustavo Petro, ex alcalde de la ciudad, consideró como “importante” la reducción de los homicidios por debajo del 16%.
Ahora la mayor preocupación recae en el robo de vehículos, pues las cifras aumentaron en un 13% durante el año pasado. Según el secretario de Seguridad, “la gran mayoría de los hurtos a vehículo se dan como crímenes de oportunidad, es decir personas que dejan los vehículos mal parqueados por lo que pedimos ayuda de las autoridades para implementar las políticas”.
Asimismo, la Administración Peñalosa celebró el comportamiento el 31 de diciembre: hubo una reducción del 45 % de homicidios y de quemados con pólvora. Según cifras de la Policía Metropolitana de Bogotá, durante todo el 31 de diciembre, además de las primeras 6 horas del 1 de enero, los homicidios disminuyeron en 4 casos. En el caso de quemados se presentó una disminución del -82% pasando de 8 casos sucedidos en 2015 a dos casos registrados este año. (Lea: Riñas y homicidios, a la baja en Bogotá al inicio de 2017)
Para las autoridades este resultado fue producto de las constantes incautaciones de pólvora durante el mes, que aumentaron a un 148 % con respecto al mismo periodo de 2015. En total se confiscaron 5.7 toneladas.
En cuanto a riñas, la Policía atendió 1.836 casos, lo que significa una reducción del 19 % con respecto a lo sucedido en 2015.