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Cali y Palmira, por el premio de paz de la Cumbre Mundial de Líderes

Junto a iniciativas de Filipinas y Brasil, que impulsan la convivencia y la paz, estas dos ciudades colombianas están entre las finalistas del galardón que se entregará este sábado en la Cumbre Mundial de Líderes Locales.

Redacción Bogotá
13 de octubre de 2016 - 10:45 p. m.
Iniciativas de Cali (izquierda) y Palmira (derecha) están nominadas al premio de paz de la Cumbre.   / www.peaceprize.uclg.org
Iniciativas de Cali (izquierda) y Palmira (derecha) están nominadas al premio de paz de la Cumbre. / www.peaceprize.uclg.org

La Cumbre Mundial de Líderes Locales, que se adelanta en Bogotá, entregará por primera vez su propio premio de paz, dirigido a los esfuerzos que se consolidan desde los gobiernos de las ciudades. Hoy, los jurados escucharán a los nominados, entre los que están dos poblaciones colombianas: Cali y Palmira. Durante la clausura de la cumbre, el próximo sábado, se conocerá al ganador. Les presentamos a los nominados.

Palmira (Colombia)
Las rondas de audiciones: los niños y jóvenes en las tarimas, el público y los jurados al frente. “Palmira tu Voz es Paz” no era un concurso de televisión buscando la nueva estrella de la música, sino una estrategia para reducir la criminalidad, que se ha empecinado con la población más joven de Palmira. El proyecto fue lanzado a comienzos de este año, luego de que la ciudad fuera ranqueada como la octava más violenta del mundo en 2015.

La iniciativa no se agotó en la competencia. Promovió la expresión corporal a través del baile y el canto, enfocándose en temas de paz, y de una vida libre, alejada del crimen. El concurso duró seis meses y estuvo acompañado en sus distintas eliminatorias por sesiones de grafiti y distintas actividades culturales. Finalmente, 50 niños y jóvenes se vincularon a la Casa de la Cultura del municipio, para entrenarse en música, danza y expresión corporal.

Kauswagan (Filipinas)
“De las armas a las granjas” es el programa que busca sacar a los combatientes de la guerra en Filipinas, para devolverlos al campo. Lanao del Norte, la región donde se está implementando, ha sido golpeada desde la década de 1970 por una guerra entre las fuerzas del Gobierno y el Frente Moro de Liberación Islámica, un grupo insurgente separatista.

Para atacar las raíces del conflicto –pobreza e iniquidad- la administración de Kauswagan, población en el foco de ese conflicto, creó en 2010 el programa que capacita en agricultura a los combatientes que quieren deponer las armas. Así, se reintegraban a la vida civil al mismo tiempo que le hacen frente a los problemas de seguridad alimentaria que enfrenta esa nación, pues se identificó que cuando se desmovilizaban, la falta de oportunidades laborales potenciaba su regreso a las filas insurgentes.

En 2012, se llegó a un acuerdo de paz con ese grupo armado. Sin embargo, “De las armas a las granjas” continuó y hoy se ha identificado que en sus áreas de implementación se han reducido los indicadores de pobreza.

Cali (Colombia)
En 2014, la alcaldía de Cali arrancó con tres proyectos que pretenden poner a sus ciudadanos a pensar sobre la paz. “Desármate, medítele a este cuento” fue la primera, que terminó convertida en una publicación, reimpresa siete veces, en la que los niños en los barrios más vulnerables contaron sus historias de violencia de manera creativa. Una forma de que tramitaran los momentos traumáticos de sus vidas.

Luego vino “No nací para morir”, un programa dirigido a padres de familia, en el que se fortalecen sus habilidades familiares, haciendo énfasis en la educación para dar soluciones pacíficas a los conflictos interpersonales. Se diseñó así, pensado en los padres, porque se identificó que el maltrato en los hogares era uno de los principales detonantes del enganche de los jóvenes con la violencia. La última fase del proyecto es la formación de facilitadores de paz, hay alrededor de 600 que han sido entrenados para la resolución de conflictos y el trabajo en comunidades vulnerables.

Canoas (Brasil)
Una tasa de 70 homicidios por cada 100.000 habitantes (la de Bogotá es de 16) le valió a Canoas el mote de la “Bagdad brasilera” y obligó a la municipalidad a buscar estrategias nuevas para frenar semejante violencia. La respuesta fue la creación de “Territorio de Paz”. En 2009, se estableció el primero de esos territorios en el distrito de Guajuviras, donde el foco se puso en las causas de la violencia y en estrategias de seguridad y orden público.

El proyecto promueve la inclusión social y provee oportunidades laborales para los pobladores, especialmente los más jóvenes. Además, se fortalecieron las nociones de comunidad para mejorar las relaciones entre los ciudadanos y disminuir los comportamientos violentos. Esas estrategias, en conjunto, disminuyeron en un 34% los homicidios. Ahora, el proyecto se está expandiendo a otras zonas de Canoas.

Por Redacción Bogotá

 

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