Otro magistrado del CNE revisará expulsión de Venus Albeiro Silva del Polo

El concejal, expulsado por haber salvado el Plan de Desarrollo de Peñalosa, recusó al magistrado Armando Novoa –quien llevaba su caso en el CNE– por incurrir en un presunto conflicto de intereses por haber pertenecido al Polo. El togado aceptó la recusación.

Redacción Bogotá
18 de julio de 2017 - 06:20 p. m.
Venus Albeiro Silva/Archivo
Venus Albeiro Silva/Archivo

Acusándolo de haber salvado a última hora el Plan de Desarrollo del alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, que, entre otras, dio vía libre a la venta de la ETB, en febrero pasado el Polo Democrático expulsó de la colectividad al concejal Venus Albeiro Silva. En protesta por la decisión, Silva impugnó el caso ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Sin embargo, inicialmente caso le correspondió al magistrado Armando Novoa, quien de inmediato fue recusado por el concejal Silva. El togado terminó por aceptar la recusión y su impedimento, razón por la cual el caso del cabildante lo tendrá que revisar otro juez del Consejo Nacional Electoral.

Las razones de la recusación radican en que el concejal dice que el magistrado Armando Novoa García –que figuraba como ponente de la impugnación– debía declararse impediido al incurrir en un presunto conflicto de intereses, no solo por haber sido miembro fundador del Polo, sino porque fue esa colectividad y el partido Alianza Verde quienes lo postularon a su cargo para ser elegido por el Congreso de la República.

Entre otras, Venus Albeiro Silva reclamaba que Novoa no podía participar de su proceso dado que “ha sido militante activo del Polo, participando en procesos de elección popular, además de la afinidad y cercanía con las personas del Comité Ejecutivo Nacional, que influyeron en la absurda decisión de expulsarme”.

En respuesta, el magistrado Novoa declaró que desde hace una década no se encuentra vinculado al Polo y negó “tener alguna relación de amistad personal con miembros directivos de la colectividad”. Sin embargo, aceptó la recusación. Así las cosas, el organismo asignó el caso al magistrado Emiliano Rivera Bravo.

¿Por qué fue expulsado Venus Albeiro Silva?

En febrero, la comisión de ética del Polo emitió una resolución en la que expulsó a Silva del partido y, de paso, abrió un choque entre el movimiento y el político por su curul. (Lea : Plan de Desarrollo de Bogotá, en manos de un concejal del Polo)

La historia se remonta a mayo pasado, cuando se inició en el Concejo la discusión del Plan de Desarrollo. Por sorteo, Silva fue designado como uno de los ponentes. El proyecto debía estar aprobado antes del primero de junio y él tenía hasta el domingo 29 para radicar su concepto. Sin embargo, hacerlo hasta último momento implicaba que la plenaria del Concejo no tuviera tiempo para votar el Plan en segundo y último debate antes del martes 31 de mayo, que era el último plazo que exigía la ley.

Era una jugada política a la que el Polo quería apostarle para hundir un proyecto que considera lesivo para la ciudad, ya que obligaba al alcalde Enrique Peñalosa a expedir el Plan de Desarrollo por decreto, lo que le impedía incluir artículos como la venta de la ETB. No obstante, contrario a lo que había acordado la bancada del partido, Silva decidió actuar por cuenta propia y el 27 de mayo a las 4:30 de la tarde (dos días antes de lo acordado y justo media hora antes de que se le venciera el plazo) radicó su ponencia y salvó la iniciativa del alcalde. (Lea: ​"Por mí no se iba a salvar la ETB": concejal Venus Albeiro Silva)

“(El Polo) tuvo una oportunidad histórica de sentar un precedente político y ético en defensa de lo público a través de la posibilidad de frenar la aprobación del Plan de Desarrollo mediante mecanismos legales vigentes (…) pero el concejal actuó en contravía de las decisiones y directrices de su bancada en el Concejo Distrital, así como de los lineamientos e idearios del partido”, argumentó la colectividad en su decisión.

Por otro lado, la resolución advierte que, por cuenta de la actuación del concejal, el Polo sufrió un grave deterioro de su imagen ante la opinión pública: “Se generaron rumores de la entrega del partido al gobierno del alcalde Enrique Peñalosa (…) se mancilló el buen nombre de la colectividad, afectando con ello a cada uno de sus militantes”, agrega la colectividad que remata: “el ejercicio de lo político es también el ejercicio de lo ético”. 

La defensa de Venus

Por estos hechos, la comisión de ética del partido ya había sancionado a Venus Albeiro Silva. Fue en agosto pasado, cuando lo suspendieron por tres meses. Desde entonces, Silva –el tercer concejal más votado del Polo de los cinco que fueron elegidos– ha insistido en que actuó con base en su autonomía, discrecionalidad y facultad como ponente.(Lea: Polo suspende a Venus Albeiro Silva por salvar Plan de Desarrollo de Peñalosa)

En esa línea, se ha amparado en la figura de objeción de conciencia, que hace que no se tenga que ceñir a lo acordado por la bancada y pueda actuar según sus convicciones, algo que reconoce la Constitución. Sin embargo, la Ley 974 de 2005 advierte que, para hacer uso de tal recurso,se debe dejar constancia en un acta de la reunión de la bancada. Lo que el partido argumenta es que Silva nunca dejó por escrito tal salvedad y actuó contrario a lo acordado, una falta gravísima que desemboca ahora en su expulsión.

En su defensa, el concejal señala que en la reunión en la que la bancada se iba a poner de acuerdo para saber cómo actuar frente a la ponencia, fue objeto de presiones e insultos para que la presentara a último momento, por lo que abandonó el recinto y nunca fue notificado de lo que se acordó que, en todo caso, no contó con su aval. “Recibí agresiones, groserías, presiones violentas y amenazantes de dos integrantes de la bancada: Álvaro Argote y Manuel Sarmiento, situación que me llevó a abandonar de manera inmediata y airadamente el salón presidentes (del Concejo), sitio en donde se llevó a cabo la reunión. Nunca fui notificado de decisión alguna”, sostiene Silva.

En la resolución del Polo, sin embargo, se dice que “al retirarse de la reunión de bancada no sometió a discusión el hecho de exigir su derecho a la objeción de conciencia para agotar el correspondiente trámite interno del partido”.

La pelea es por una curul

En caso de que el Polo logre su cometido y no solo expulse al concejal, sino que le arrebate su curul, esta sería ocupada por quien quedó obtuvo la sexta votación de la lista del movimiento. En este caso se trata de Xinia Rocío Navarro, quien actualmente se desempeña como directora de inspección vigilancia y control del Ministerio de Trabajo, cartera a cargo de Clara López Obregón, expresidenta del Polo. Navarro fue alcaldesa local de La Candelaria en la época de Samuel Moreno y durante las elecciones obtuvo 9.179 votos.

De hecho, la funcionaria tiene otro chance para ocupar la curul del Polo: la del concejal Nelson Castro, destituido e inhabilitado por 13 años en una decisión de primera instancia en la Procuraduría y que se encuentra en apelación. Ese organismo de control encontró que Castro incurrió en una falta disciplinaria gravísima al haberse lanzado al Concejo sin haber renunciado a su puesto como funcionario público.

Por Redacción Bogotá

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