Caos en TM: ¿de quién es la culpa?

Un accidente en la autopista Sur desencadenó protestas contra Transmilenio. Los ciudadanos aseguran que es algo de todos los días, y el Distrito cree que no son protestas espontáneas.

Redacción Bogotá - Bogota@elespectador.com
15 de febrero de 2018 - 02:57 a. m.
Los usuarios de la troncal aseguran que las demoras se presentan a diario. / Jorge Londoño - El Espectador
Los usuarios de la troncal aseguran que las demoras se presentan a diario. / Jorge Londoño - El Espectador

Lo que comenzó como una protesta por la falta de articulados de Transmilenio terminó en una batalla campal en la troncal de la autopista Sur. El colapso del sistema se registró pasadas las 7:00 a.m., cuando ocurrió un accidente vehicular en el carril mixto, frente a la estación Alquería. En ese punto también se adelanta una obra, por lo que los demás vehículos invadieron el carril exclusivo del sistema. Este hecho generó retrasos en la prestación del servicio y, de un momento a otro, cientos de ciudadanos se tomaron la vía por la que circulan los articulados.

Aseguraron durante la protesta que este accidente no solo retrasó la operación, sino que se sumó al cúmulo de inconformidades, entre ellas la falta de buses, el precio del pasaje y la congestión de los articulados que llegan del municipio de Soacha (Cundinamarca).

Al lugar arribó el Esmad de la Policía, que intentó dispersar los bloqueos, pero sólo alborotaron más a los manifestantes. El punto más difícil de la protesta ocurrió cuando uno de los propios manifestantes recogió del piso una granada de gas lacrimógeno y la lanzó contra la ventana de un bus articulado, que se encontraba detenido en la vía, con varios pasajeros en su interior. El sujeto que atacó el bus, y otras 13 personas, fueron capturadas.

Como ese, las puertas y ventanas de otros 21 buses fueron atacadas. Se tuvieron que cerrar 14 estaciones de la troncal, el Portal del Sur y, además, se suspendió el servicio de buses alimentadores, afectando a unos 300.000 usuarios del sistema, 80.000 de los cuales ni siquiera pudieron ingresar a las estaciones.

Aunque Transmilenio reconoce las dificultades que tiene para prestar el servicio en el sur de la ciudad y en Soacha, sostiene que las protestas no fueron espontáneas. “Sabemos que las personas que usan el sistema se encuentran con dificultades y estamos trabajando para corregirlas y prestar un mejor servicio. No queremos generalizar, pero si hay algo cierto es que hubo una actitud de vandalismo que ocasionó problemas a muchas personas que hacen uso de la troncal del Sur. Un grupo pequeño de personas aprovechó la situación para generar un bloqueo en el carril exclusivo y ahí tuvimos todo un embotellamiento que nos dificultó el servicio. Cualquier demora que se presente genera un traumatismo”, explicó la gerente de TM, María Consuelo Araújo, quien incluso, sin señalar a un sector específico, sugirió que el caos pudo ser una jugada política. “No podemos sacrificar la prestación de un servicio por el interés político y de vandalización de unos pocos”, agregó.

Por ahora, Transmilenio no promete soluciones inmediatas, pues asegura que sería irresponsable hacerlo sin estudios técnicos previos. Lo cierto es que los ciudadanos del sur de la ciudad y de Soacha cada vez se sienten más inconformes con un servicio que parece no darles abasto y que, cuando ocurren las verdaderas demoras y se procede a las vías de hecho, se deslegitiman todas las protestas contra el sistema.

Por Redacción Bogotá - Bogota@elespectador.com

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