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Concejal de Chía, destituido por arrollar una teniente

En primera instancia, la Procuraduría lo inhabilitó e impuso una sanción de 20 años. El ente de control calificó su falta como gravísima a título de dolo. El concejal apeló la decisión.

Redacción Bogotá
01 de agosto de 2014 - 11:10 p. m.
Concejal de Chía, destituido por arrollar una teniente

El exconcejal de Chía, Carlos Enrique Martínez Gallego, quien se dio a conocer en la Capital por arrollar el año pasado a una subteniente de la Policía, fue destituido e inhabilitado por 20 años. El político atropelló con su vehículo a la oficial por huir de un retén de la Policía de Tránsito.

Fue justo este incidente lo que generó que la Procuraduría abriera una investigación disciplinaria en contra del político. Al final, tras analizar los videos y las evidencias, el ente de control calificó su actuación como una falta gravísima a título de dolo y por esta razón, en primera instancia, prácticamente decretó su muerte política.

El episodio ocurrió en la madrugada del 13 de octubre de 2013. En esa oportunidad, según las autoridades, el exconcejal iba conduciendo su vehículo por la avenida Caracas e hizo una maniobra peligrosa. Esto llamó la atención de la Policía, que le solicitó detener su vehículo. Inicialmente el exconcejal paró en la avenida Caracas con calle 53, pero cuando la Policía iba a requisar el vehículo y pretendía hacerle la prueba de alcoholemia, Martínez Gallego puso en marcha su carro y huyó del lugar.

Cuando emprendió la fuga causó lesiones a la subteniente Diana Marcela Ávila Nossa, comandante del operativo. La persecución terminó en la Escuela de Cadetes del Ejército José María Córdova, donde el concejal ingresó abruptamente. Dentro de la instalación militar fue detenido por la Policía y puesto a disposición de la autoridad competente.

Señaló la Procuraduría, “Martínez Gallego se aprovechó de su investidura de concejal de Chía para evadir el llamado y consecuente procedimiento policial, fundamentado en una situación derivada de los supuestos riesgos de seguridad personal que corría en ese momento, los cuales nunca se acreditaron. De igual forma se negó a efectuarse la prueba de alcoholemia, como lo establece la norma de tránsito, obteniendo para sí un beneficio en la medida en que dicha prueba fue realizada muy posteriormente a su aprehensión”.

Por esta situación, a criterio del Ministerio Público, el exconcejal incurrió en falta disciplinaria gravísima a título de dolo, por la agresión a oficial tras huir del lugar del retén de la Policía de Tránsito. La decisión adoptada por la Procuraduría Primera Distrital fue apelada por la defensa del investigado.

Incluso, dice la Procuraduría, que el concejal aprovechó su condición “para influir en otros servidores públicos en beneficio propio para evitar que le inmovilizaran el vehículo, le practicaran la prueba de alcoholemia y lo sancionaran por la manera como condujo su vehículo”, dice la decisión.

Según el órgano de control, el exconcejal incurrió en falta disciplinaria gravísima a título de dolo por cuanto agredió a la subteniente Diana Marcela Ávila Nossa al huir del lugar donde fue encontrado por la Policía de Tránsito.
 

Por Redacción Bogotá

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