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“La construcción de autopistas no mejorará la movilidad”: director de Transportes de Barcelona

Pau Noy, el director general de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), dice que el tráfico de Bogotá sería menos caótico si se le apostara más a la construcción de líneas férreas que a la de grandes vías.

Camila Guerreo Arciniegas
15 de octubre de 2016 - 08:11 p. m.
Pau Noy fue uno de los invitados a la Cumbre de líderes locales en Bogotá.
Pau Noy fue uno de los invitados a la Cumbre de líderes locales en Bogotá.

La movilidad es un tema que preocupa a los bogotanos, más ahora que la población crece a pasos agigantados, Transmilenio ya no da abasto y los carros particulares, que se adquieren con mayor facilidad, se multiplican. Ante esos cambios que han traído los años y con el fin de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, el alcalde Enrique Peñalosa decidió darle prioridad en el Plan de Desarrollo a la construcción de nuevas vías y de estaciones del sistema de transporte masivo que creó en su primer mandato.
 
Sin embargo, Pau Noy, invitado a la Cumbre de Líderes Locales que se cierra hoy en Bogotá, y director de TMB (empresa encargada de operar el metro, el ferrocarril y el servicio de autobús urbano en Barcelona) sostiene que las grandes urbes ya no le están apostando a la construcción de autopistas sino a la de medios de trasporte eléctricos que ayuden a disminuir la huella de carbono y a movilizar grandes cantidades de personas. En entrevista con El Espectador, Noy explica el porqué de esa determinación y habla sobre los retos que tiene Bogotá en materia de movilidad.
 
¿Hacia dónde apuntan las ciudades en 20 años en materia de movilidad?
 
Habría que comenzar diciendo que el automóvil llegó en 1950 a colonizar nuestras ciudades, pero eso ya está cambiando. Ahora, las metrópolis más avanzadas intentan descolonizarlo porque tenemos una sobreabundancia de coches que hacen la vida más complicada y contaminante. Miles de personas mueren anualmente por los gases de los carros que afectan la calidad del aire, entonces el objetivo de los próximos años es fomentar la ecomovilidad con el uso de la bicicleta, los senderos peatonales, el cambio de los medios de transporte de combustible a los eléctricos y uso del carro compartido. Además, mucho más temprano de lo que pensábamos, llegará la automatización de los vehículos tanto públicos como privados. Esto generará una revolución conceptual porque el automóvil será conducido por un ordenador que podrá establecer planes de tráfico. A grandes rasgos, ese será el futuro de la movilidad en Europa, Asia y América.
 
Hablando de apuestas del futuro ¿Cuáles son las que se debería plantear Bogotá para estar en unos años a la par con ciudades avanzadas en temas de movilidad?
 
Yo creo que la ciudad tiene un reto hace muchos años y es construir un sistema ferroviario, ya tienen uno turístico que cruza la ciudad de norte a sur, pero es muy antiguo. Así que sería bueno implementar un tren suburbano. Por ejemplo, en Barcelona tuvimos hace 35 años uno muy parecido al que tienen ahora. Ya estaba a punto de cerrar, pero nos propusimos recuperarlo y hoy ese tren transporta 18 millones de viajeros al año. Por tanto, es posible modernizar el que tienen o incluso hacer uno nuevo. Otra de las metas a plantearse es pasar del sistema de combustión al eléctrico, si desean contrarrestar los impactos del cambio climático, que son producidos en parte por el uso del combustible.
 
¿Y el metro es muy necesario o Transmilenio podría cubrir la demanda de toda la ciudad?
 
Es muy necesario. La ciudad debe dar un giro hacia los sistemas de transporte eléctricos. Hay que tomar la decisión de hacerlo. Sea subterráneo o elevado, Bogotá necesita construir uno si quiere avanzar en movilidad y superar los problemas de tráfico de la ciudad. Transmilenio es un buen sistema, pero ha sobrepasado su capacidad, en muchos momentos del día es inconfortable. Además, no se le puede pedir a un bus que cumpla las funciones del metro porque no tiene la misma capacidad, rapidez y confortabilidad. Otra cosa es que el medio de transporte que ideó el alcalde requiere la construcción de vías y eso sin duda va a incrementar el tráfico.
 
¿Por qué la construcción de nuevas vías se convertiría en un problema de movilidad, si se supone que entre más avenidas la congestión será menor?
 
No, esa es una idea que hace parte del pasado. Cuando construimos una autopista estamos haciendo un llamado a los vehículos privados y a un trancón seguro. Al comienzo puede que las vías no estén tan congestionadas, pero al cabo de unos meses la gente va a empezar a comprar carros, creyendo que avanza más rápido por las avenidas, lo que terminará colapsando de nuevo la movilidad y contaminado aún más la ciudad con el humo de los automóviles. Para evitar lo último, se debe poner coto a los particulares y crear sistemas de transporte públicos que sean seguros, cómodos y asequibles.
 
¿Entonces la apuesta del futuro para mejorar la movilidad es disminuir los carros particulares?
 
Sí, la idea es que las personas empiecen a transportarse más en metros, tranvías, buses eléctricos y bicicletas. Sin embargo, esto solo sucederá si los gobiernos locales y nacionales crean políticas que regulen el uso de automóviles y motos. Claro que si los sistemas de transporte públicos son confortables y rápidos las personas por su propia voluntad dejarán a un lado los vehículos. En mi ciudad (Barcelona) es muy poca la gente que usa carro. Sin importar el estrato prefieren andar en metro o tren.
 
Finalmente, ¿qué destaca de Bogotá en cuanto a movilidad?
 
El sendero peatonal de la carrera Séptima, las ciclorutas y los programas que está realizando el alcalde para recuperar el espacio público.
 
 

Por Camila Guerreo Arciniegas

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