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Coordinar, reto del gerente del metro de Bogotá

Andrés Escobar Uribe no sólo deberá servir de bisagra entre las dos instancias, sino también atender intereses de ciudadanos y del sector privado.

Carlos Hernández Osorio
19 de enero de 2016 - 04:45 a. m.

El metro de Bogotá tiene al frente una cara visible desde ayer, cuando los gobiernos nacional y distrital presentaron a Andrés Escobar Uribe como gerente del proyecto. En el pasado, Escobar trabajó tanto con Enrique Peñalosa como con el presidente Juan Manuel Santos, y ahora asume la dirección de la megaobra, donde no sólo lo esperan retos de corte técnico, sino frente a la sociedad civil, particularmente un sector que ya empezó a moverse para defender los diseños originales, que el alcalde pretende cambiar.

Escobar tendrá de entrada una función de bisagra entre la Nación, que pone el 70% de los recursos para el metro, y el Distrito, que debe aportar el 30%. Sin embargo, dada la magnitud de la obra, también tendrá que tener en cuenta los intereses de otros dos sectores: la ciudadanía y los privados, particularmente los constructores, teniendo en cuenta que la obra está pensada no sólo como una apuesta de movilidad, sino de renovación urbana.

Servir de coordinador entre el Distrito y la Nación no parece una labor compleja si se tienen en cuenta las relaciones fluidas entre ambas partes, al punto que el nombre de Escobar surgió como “el reflejo de una visión compartida”, según precisó el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.

El reto, no obstante, es considerable, sobre todo por las nuevas ideas que Peñalosa ha lanzado paulatinamente, que tienden a alejarse de la concepción original de la obra. Cabe recordar que, a pesar de que durante la administración de Gustavo Petro la Nación se comprometió con su parte ($9,65 billones) para construir un metro subterráneo, una vez ganó Peñalosa se detuvo la estructuración financiera debido a los reparos que éste planteó, pues su apuesta es por un sistema elevado. Eso ocurrió en noviembre, y desde entonces ha planteado con mayor seriedad su propuesta de que la primera línea llegue a Mosquera. Escobar será el hombre en medio de las nuevas posibilidades que el alcalde ha puesto sobre la mesa, por un lado, y un Gobierno Nacional que dice mantener su compromiso aportando la mayor parte de la plata. El ministro Cárdenas considera que dentro de los recursos que girará la Nación hay flexibilidad para los cambios propuestos, pero también es cierto que hoy no hay claridad sobre cómo se hará finalmente la obra.

La labor de coordinación también debe hacerse con los ciudadanos. En la calle y en las redes sociales es cada vez más notorio el propósito de sectores sociales que defienden la obra tal y como quedó concebida en la administración Petro, aunque no todos los que están haciendo activismo son afines al exalcalde. En sus primeras declaraciones, Escobar dijo, sin embargo, que en los cálculos de la primera línea no se tuvieron en cuenta, por ejemplo, los costos financieros ni preoperativos, por lo que dio a entender que, como Peñalosa, la considera muy costosa. Su apuesta, agregó, es que el metro, “cuando se haga, se utilice al máximo, densificando los corredores por donde pasará, para hacerlo no sólo costeable, sino para que preste el mayor beneficio a la ciudad. Compartimos plenamente la visión que ha mostrado Peñalosa desde la campaña”.

Y, por último, sus antecedentes hacen prever que con el sector privado también habrá una relación fluida que facilite su labor. Escobar llega de la presidencia de la empresa constructora Pedro Gómez y Compañía (que, según el portal Cuentas Claras, le donó un millón de pesos a Peñalosa para su campaña). El propio Gómez, dueño de la firma, estuvo ayer en su presentación, al lado del ministro y del alcalde. Sobre Escobar dijo que “es un urbanista que conoce la ciudad en detalle”, y agregó: “Aquí se hará, en mucha parte, una nueva ciudad, y es importante que ésta corresponda a los parámetros que busca el alcalde”. También recordó que un escenario en donde se concluyó que es vital contar con un gerente para el proyecto fue un encuentro que hace seis meses promovió Probogotá, fundación que crearon los empresarios para promover y discutir temas de ciudad.

En las próximas semanas se definirá si se crea la empresa Metro, pero es claro desde ya que Andrés Escobar Uribe seguirá siendo la cabeza visible del proyecto. Hay asuntos por concretar, claro está: la estructuración financiera sigue detenida mientras se revisan los diseños, así que la licitación de la primera fase (que corresponde a una parte de la primera línea) se abriría en diciembre, de acuerdo con cálculos del alcalde. Se piensa que la contratación se haga a través del IDU y que la operación la asuma Transmilenio.

Por Carlos Hernández Osorio

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