En el Fondo de Seguridad y Vigilancia se vive a esta hora una crisis. Tras las denuncias hechas por El Espectador, frente a las posibles irregularidades alrededor del convenio para la modernización de la línea 123 y la obstinación del alcalde de seguir adelante con un proyecto plagado de dudas, este martes se conoció que desde el Palacio Liévano le pidieron la renuncia al actual gerente del FSV, Fernando Arbeláez, quien apenas duró dos meses en el cargo.
La orden, aparentemente se dio por haberse negado a cumplir la orden que le dio el alcalde Gustavo Petro de girarle, sin importar las razones jurídicas, $15.000 millones a la ETB como pago por la operación de la línea de emergencia. Ante la orden, el equipo de trabajo de Arbeláez se negó a hacer el desembolso argumentando que el pago sería irregular, ya que la empresa de telecomunicaciones no había justificado en debida forma los gastos y que hacer el desembolso sería un acto contrario a la ley.
Según pudo conocer El Espectador, ante esta respuesta, la decisión de la administración fue pedirle al gerente la renuncia.
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