Fuerte fue la lluvia, largos los trancones y creciente el estrés, nada nuevo, factor común cuando cae la tarde en la capital de la República.
Cuando para variar, el frio no quiso quedarse por fuera del deprimente cuadro y mientras Nairo Quintana era escoltado por una multitudinaria caravana camino a la Casa de Nariño, apareció, (literalmente) caído del cielo, un invitado que aunque llega todos los días, esta vez sorprendió porque se presentó con un atuendo diferente: rojo, iluminado…hermoso.
El atardecer de este martes en Bogotá impactó y en las redes sociales se capturó en forma de fotografía el fugaz momento. ((Ver Galería))
Por El Espectador
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