Publicidad

¿Por qué el descontento con el servicio de taxi?

Este año se han registrado 178 quejas contra taxistas, de acuerdo con el Distrito. El reclamo que sobresale es la negación del servicio.

Redacción Bogotá
17 de marzo de 2015 - 04:22 p. m.
Archivo
Archivo
Foto: DAVID CAMPUZANO 2012

Para este martes se promueve el ‘Día de no taxi’, iniciativa que promueve un grupo de ciudadanos en las redes sociales que aseguran estar cansados del mal servicio que presta este gremio en Bogotá. Aunque los taxistas han dicho que es una campaña pagada por Uber, un promotor de la protesta, Félix Riaño, dice que surgió a partir de un artículo de un blog en el que el autor se cuestionaba en qué momento los usuarios expresarían su descontento con el trato de los taxistas.

“No es una iniciativa nueva. Esto viene desde el 2009 y lo único que hicimos fue ponerle fecha. Queremos que hoy las personas utilicen la plata que gastan en taxi, que muchas veces es un mal servicio, en otra cosa que les genere satisfacción. Yo, por ejemplo, me compré siete pasteles con los $14.000 y sentí que mi dinero valió la pena gastarlo en el panadero, que me trata bien”, cuenta Riaño.

¿Pero por qué el descontento con el servicio de taxi? De acuerdo con las denuncias que llegan a la Secretaría de Movilidad, la mayoría de ciudadanos se queja porque les niegan el servicio. Es preocupante, según Mercedes García, directora de Servicios Ciudadanos, que en lo corrido del año vayan 178 quejas generales, de las cuales 68 son por el rechazo de los taxistas a transportar a los ciudadanos hasta ciertas zonas.

Otras quejas frecuentes, según el Distrito, son la adulteración de los taxímetros y los malos tratos de los taxistas a los usuarios. Según García, para que este servicio mejore es necesario que los ciudadanos denuncien a la línea 195 o al 3649400. “Allí solo se demoran tres minutos diciéndonos qué ocurrió, para que empecemos la investigación y así multar la empresa o al conductor, dependiendo de la falla. Hay todo tipo de multas, desde 45 salarios mínimos diarios (casi un millón de pesos)  hasta la suspensión por días”, añade la directora de Servicios Ciudadanos.

En busca de mejorar el servicio, por ahora el Distrito espera los resultados de una consultoría técnica, tecnológica, jurídica y financiera para plantear estrategias que mejoren la relación entre taxistas y ciudadanos.

Para Félix Riaño, otro objetivo de esta protesta es llamarles la atención al Gobierno Nacional y a la Secretaría de Movilidad del Distrito que, según Riaño, no han tenido en cuenta al actor directamente implicado: el usuario. “Hay que recordarles que trabajan para los ciudadanos y no solo para un gremio”, agrega el promotor.

Y es que para los creadores del Día de no taxi, esta acción demuestra que la ciudadanía tiene el poder de disminuir los inconformismos alterando sus hábitos. Hasta ahora, 27.000 personas dijeron a través de redes sociales que no tomarían taxi y con esto esperan que los conductores de este transporte público cambien su actitud, pues están cansados de los insultos y de que no los lleven hasta los lugares que solicitan.

Ciudadanos que apoyan la jornada están reunidos desde la mañana en el monumento de los caídos de las Fuerzas Militares, en la avenida calle 26 con carrera 58. “Invitamos a los que se quieran unir a que lleven algún postre o algo rico para compartir. Queremos aclarar que esta estrategia no es una pelea, sino una redistribución del presupuesto diario que podría dar un nuevo mensaje: o hacen las cosas bien o pierden los clientes. Pero que quede claro que el objetivo es no tomar taxi”, insiste Riaño, quien agrega que a la convocatoria, según los promotores, se han sumado ciudadanos de Cartagena, Cali, Ibagué y Villavicencio. 

Lo que parece ser una realidad es que a los taxistas les preocupa esta nueva iniciativa. Ayer, de 10:00 a.m. a 11:00 a.m. los conductores decidieron “resarcir y reparar” con carreras gratuitas a los ciudadanos que han sido víctimas de abusos. Hugo Ospina, presidente de la Asociación de Propietarios de Conductores de Taxis de Bogotá, afirmó que reconocen que hay problemas con la prestación del servicio, pero reiteró la intención de mejorar la relación entre usuario y taxista.

Ospina insiste en la necesidad de fortalecer campañas como la de “Yo no pregunto para dónde va”, que aún sigue en Bogotá y que, según él, mejoró el servicio. Sin embargo, implementarán otras como la de “Cultura taxi”, que nació en Cali y tiene como objetivo disminuir las acciones agresivas de los conductores y que hasta el momento ha arrojado buenos resultados.  

“Vamos a recuperar a nuestros usuarios”, agrega. “Ese es nuestro interés prioritario. Vamos a reconquistar a la ciudad. Queremos decirles a los ciudadanos que gracias a ellos puedo darles buena calidad de vida a mis hijos, pagar la cuota de mis apartamentos, llevar el mercado a mi casa. El taxista le va a prestar un servicio y no a hacerle un favor”.

Por Redacción Bogotá

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar