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En el limbo facturación del servicio de aseo

El Acueducto no llegó a ningún acuerdo económico con el Cupic, empresa con la que estudiaba contratar este componente del negocio.

Diana Carolina Cantillo E.
01 de abril de 2013 - 09:40 a. m.
En el limbo facturación del servicio de aseo

El Espectador pudo establecer que la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) y el Centro Único de Procesamiento de la Información Comercial del Servicio de Aseo (Cupic) no llegaron a un acuerdo económico para que esta última se encargue de desarrollar y efectuar la facturación del servicio de aseo en Bogotá. Según fuentes del Cupic, no hubo acuerdo debido a que el Acueducto pedía que la empresa redujera el valor ofertado por la elaboración de cada factura en $610: "Nosotros cumplimos con dejar todo organizado en lo relacionado con la gestión comercial, entregamos la base de datos y la información de los usuarios. Y se ayudó al Acueducto a organizar el ciclo del servicio que facturó y que fracasó. Pero no vamos a reducir los $610 que representa el valor de factura, se había hecho una rebaja y el Acueducto la aceptó. Ya se había firmado un acuerdo. Después, el Acueducto pidió otra rebaja", asegura una de las fuentes en el Cupic, que pidió la reserva de su nombre.

El próximo lunes comienza un nuevo ciclo de facturación del servicio para la ciudad, sin que haya un responsable que conozca y pueda hacer esa función: el Acueducto hace mal la tarea y el Cupic se retiró del negocio ¿Quién asumirá este componente del servicio? De no efectuarse un buen manejo de la gestión comercial del negocio de la basura en Bogotá, no sólo puede representar una disminución en los ingresos que recibe la ciudad por este concepto, también pone en peligro la remuneración de los recicladores de oficio. Aunque el Distrito ya hizo el primer pago a 790, son un total de 1.937 recicladores quienes realizaron el pesaje en las bodegas autorizadas durante el primer bimestre de entrada en operación del nuevo esquema de aseo y más de 14 mil los censados por el Distrito.

El Espectador trató de establecer comunicación con Alberto Merlano, gerente del Acueducto de Bogotá, sin embargo, no obtuvo respuesta en lo relacionado con la facturación y la falta de aforos, medición de la cantidad de basura que genera grandes usuarios como centros comerciales, empresas, supermercados.

Según fuentes de alto nivel del Acueducto, la empresa distrital tenía planeado contratar al Cupic no solo con el fin de poner en orden la facturación del servicio, que se venía promediando y sin cobrarse el valor real a cada usuario. El objetivo también era contratar a esa empresa por un periodo máximo de tres meses, tiempo que el Distrito le otorgaría a la empresa Distromel para que resolviera los problemas de su plataforma de facturación, por la que el Distrito ya ha pagado miles de millones de pesos y que aún no está lista.

"El intento por subcontratar al Cupic tiene una sola finalidad y es que esta empresa le entregue a Distromel la información necesaria para realizar dichas funciones", asevera una fuente de la EAAB.
Durante más de una década, el Cupic -propiedad de las empresas privadas Aseo Capital y Lime- llevó a cabo la gestión comercial del servicio de aseo, recolección y limpieza de la ciudad. Las mismas empresas han prestado de una u otra forma, este servicio, desde que comenzó el desmonte de la Empresa Distrital de Servicios Públicos (EDIS), a finales de los años ochenta.

Distromel, por su parte, es una empresa que en 2011 firmó con la Uaesp un contrato por $106.117 millones para desarrollar el llamado Sistema de Información Integral para el Servicio de Aseo en el Distrito capital - SI MISION SIISA-. Una plataforma tecnológica que, a partir de seis subsistemas de información, le permitiera a la Administración controlar el servicio: saber cuántas toneladas de basura ingresan al relleno sanitario Doña Juana, consolidar la información comercial de los usuarios, conocer en qué lugar se encuentran los camiones recolectores de basura, tener un sistema de recepción que quejas y reclamos y crear un módulo de facturación, entre otras funciones.

Un año y tres meses después y un desembolso -que está siendo investigado por la Contraloría de Bogotá- de $31.000 millones, Distromel no está listo para operar porque, según la Uaesp, "el contratista no ha desarrollado el Módulo de Facturación. existiendo un riesgo de una mala definición de los requerimientos, un mal moldeamiento de la solución e incertidumbre con respecto al grado de cobertura de las necesidades de los diferentes actores".
En el nuevo esquema de aseo implementado en Bogotá a partir del 18 de diciembre de 2012, la gestión comercial quedó a cargo de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB). Es decir, lo relacionado con el manejo del catastro de usuarios, el sistema de quejas y reclamos, los aforos y la facturación del servicio de aseo ,para lo cual necesita contar con un sistema que integre diferentes bases de datos de tipo comercial y financiero, técnico y operativo, información geográfica, entre otros.

A pesar de no contar con ese tipo de plataforma, la EAAB se arriesgó a facturar un ciclo del servicio, que corresponde a los dos primeros meses de implementado el nuevo esquema. Pero comenzaron los problemas y las quejas de los usuarios por inconformidades con la factura que les llegó a sus domicilios y establecimientos.
De acuerdo con información suministrada por funcionarios del área financiera de la empresa, el Acueducto realizó la facturación con base en el promedio del último cobro realizado por el servicio de aseo, sin hacer una liquidación de las cuentas canceladas o pendientes por pagar, lo cual generó cifras que no estaban de acuerdo con la realidad del mismo.

A pesar de los esfuerzos realizados y la idea del alcalde Gustavo Petro de que la EAAB prestara directamente el servicio de facturación, finalmente, la tarea fue imposible para e Acueducto, que decidió entonces subcontratar a una empresa que desarrollara esa función.

En un principio, se contempló firmar contrato con Distromel, pues, de acuerdo con un informe de la Contraloría de Bogotá, al Acueducto le saldría cada factura por $107 pesos, sin incluir el IVA. Finalmente, se eligió al Centro Único de Procesamiento de la Información Comercial del Servicio de Aseo (Cupic), empresa que en los últimos nueve años viene realizando la gestión comercial del aseo en la capital.

Al parecer Distromel no puedo ser contratado por el Acueducto porque este último exigía que el contratista demostrara la capacidad de su módulo de facturación. "Cuando Distromel trató de demostrar que sí era capaz con esa función presentó una pruebas piloto de pre liquidación del servicio y elaboración de la pre factura de aseo y no le fue bien, el módulo tenía mucha fallas".

Si bien la EAAB factura el servicio de acueducto y alcantarillado en Bogotá, los usuarios de servicio de aseo ascienden a los 2.400.000, mientras que los primeros son 1.800.000.
Desde el próximo lunes, la facturación del servicio de aseo en la capital del país estará acéfala. Aunque el Acueducto asuma esta función, existe preocupación por su falta de experiencia y la ausencia de herramientas tecnológicas para desarrollarla.

Por Diana Carolina Cantillo E.

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