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Emergencia por humo en Bogotá

Incendio forestal en los cerros orientales obligó a suspender actividades en el centro de la capital. La ciudad está en alerta amarilla por la calidad del aire.

Redacción Bogotá
03 de febrero de 2016 - 04:18 a. m.

Los efectos de los incendios forestales, que afectan al país por la ola de calor, llegaron a las narices del poder. El Congreso, la Casa de Nariño, la Procuraduría y todas las entidades que funcionan en el centro de la capital del país, entre ellas nueve universidades, tuvieron que suspender sus actividades en la tarde de ayer y ser evacuadas, debido a la gigantesca nube de humo que envolvió el centro de Bogotá. El olor se hizo insoportable y el polvo invadió casas y oficinas, lo que obligó a la Secretaría Distrital de Ambiente a declarar la alerta amarilla por la afectación en la calidad del aire.

La emergencia fue producto del incendio forestal que se inició el pasado lunes en la reserva Aguas Claras, ubicada en la localidad de San Cristóbal. Aunque la conflagración fue controlada parcialmente en la noche del pasado lunes, se reactivó ayer debido a las altas temperaturas (que llegaron a los 23 grados centígrados), y a los vientos que se registran en temporadas secas como la que atraviesa el país.

“Como es propio de las temporadas secas, los vientos son dominantes de oriente a occidente, arrastrando así el humo hacia la zona urbana. Es importante que las comunidades ubicadas en la zona aledaña tomen las medidas del caso frente a posibles problemas derivados de la falta de visibilidad e inhalación de humo”, fue el llamado ayer del Instituto Distrital de Gestión del Riesgo y Cambio Climático (Idiger).

La situación se hizo crítica sobre el mediodía para los habitantes y trabajadores de la zona aledaña al sitio de la conflagración. Según el reporte de las estaciones de la red de monitoreo de calidad del aire, las concentraciones de material particulado era cinco veces superiores al promedio que se registra en la ciudad.

En la zona del incendio trabajan desde ayer 400 bomberos, que cuentan con el apoyo de dos helicópteros de la Fuerza Aérea y la coordinación del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo. Se estima que las labores durarán al menos dos días más.

En un reporte de la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional, la profesora Dolors Armenteras, del Departamento de Biología, explicó que “los frecuentes incendios forestales que se están presentando en la ciudad aumentan la emisión de carbono a la atmósfera, elevan los gases de efecto invernadero -que contribuyen al calentamiento global- y afectan la calidad del aire”.

Los efectos sobre el suelo, además, también pueden ser preocupantes, toda vez que aumenta la vulnerabilidad a la erosión. Eso significa que son más probables futuros deslizamientos de tierra, agrega el informe.

A este caso, ayer se sumaron otros incendios forestales en el sector de Mochuelo, cerca al Relleno Sanitario Doña Juana; en el barrio San José Occidental (Kennedy) y en el barrio Villemar (Fontibón). Datos revelados por el Cuerpo Oficial de Bomberos señalan que en lo corrido del año ya se han atendido 173 quemas, 57 conatos de incendio y 18 incendios forestales, “para un total de 247 incidentes que han afectado unas 100 hectáreas”.

La última vez que se declaró emergencia por calidad del aire en Bogotá fue el 4 de noviembre de 2014, cuando se registró un incendio que se prolongó por varios días en una bodega en Fontibón, donde se almacenaban cerca de 600.000 llantas usadas. El incidente vició el aire de varios sectores de la ciudad, por lo que el Distrito declaró entonces la alerta naranja en las localidades Fontibón, Teusaquillo, Barrios Unidos y Puente Aranda.

Por Redacción Bogotá

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