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Recaudo Bogotá S.A.S., operador de la tecnología TuLlave que tiene a cargo el cobro del Sistema Integrado de Transporte (SITP), no pasa por una buena situación. Los cortes financieros evidencian que el capital contable de la empresa se reduce, pues la cifra de sus obligaciones cada vez se acerca más a la de sus activos. Por este motivo, Recaudo Bogotá presentó ante la Superintendencia de Sociedades su intención de acogerse a la Ley 1116, que permite iniciar un proceso de reestructuración de la organización.
Aunque, por ahora, la Supersociedades no se ha pronunciado sobre si acepta o no que la empresa inicie su proceso de reorganización, Transmilenio (TM) sí se manifestó sobre la situación financiera de Recaudo Bogotá y dio un parte de tranquilidad a los usuarios del sistema, asegurándoles que, independiente de si aceptan o no la reorganización, no habrá ningún tipo de transformación en la operación ni el recaudo en los buses del SITP y los articulados de Transmilenio.
Asimismo, TM indicó que Recaudo Bogotá solo se encarga del cobro de la tarifa del sistema, pero no de la administración de esos recursos. Esta tarea la tiene Fidupopular, una fiduciaria, con lo que se garantiza la seguridad del sistema y los pagos a los concesionarios. De igual forma, sostiene Transmilenio, “las recargas de los usuarios se encuentran salvaguardadas por un esquema fiduciario y no se presentará ninguna novedad en el uso de las tarjetas”.
TM indicó que aguardará por la decisión que tome la Superintendencia de Sociedades respecto al proceso de reorganización, y respetará si la entidad acepta o no el proceso. El sistema también aseguró que se valdrá de todos los recursos legales posibles para garantizar la continuidad en el servicio de recaudo.
Personalización de TuLlave, ¿se quedó corta?
La solicitud de admisión en el proceso de reorganización no es la única preocupación que tiene Recaudo Bogotá. A finales de 2017 se anunció que los usuarios que no tuvieran su tarjeta TuLlave personalizada, no tendrían acceso a los beneficios que esta otorga, como crédito en viajes, trasbordos sin costo, bloqueo de saldo por pérdida o robo y acceso a información. La estrategia de dar a los usuarios viajes a crédito (prestarles dinero cuando la tarjeta está sin saldo) es el beneficio que más usan los pasajeros del sistema, con préstamos por $19.150 millones de pesos durante todo 2017; no obstante, hay voces que consideran que la personalización se quedó corta y que la cifra podría ser más alta si se hubiera hecho una mejor estrategia.
El concejal Rolando González (Cambio Radical) afirma que, según cifras que obtuvo de Transmilenio, en los buses rojos se realizan diariamente 1’184.000 viajes con tarjetas sin personalizar, del total de viajes en el sistema troncal, que es 2’400.000. Asimismo, en los buses zonales (SITP) se realizan a diario 373.000 viajes con tarjetas sin personalizar, de 1.500.000 de viajes que se realizan.
“El proceso de personalización ha fallado, solo hay 40 puntos habilitados, cuesta $5.000, y el servicio virtual no funciona por inconvenientes con la Registraduría Nacional por restricciones en el convenio de acceso de la base de datos del Archivo Nacional de Identificación”, aseguró el cabildante.
Como preocupaciones finales, González asegura que los incentivos podrían no ser suficientes para motivar a los usuarios a que usen la tarjeta personalizada, por lo que estarían prefiriendo usar otras tarjetas. Asimismo, el concejal asegura que no hay claridad sobre el uso de los datos personales que otorga cada usuario cuando llena el formulario para obtener su tarjeta personalizada. “En parte del documento se autoriza a TuLlave a usar y compartir la información del usuario con fines comerciales, lo cual puede poner en riesgo la información privada de los usuarios”, concluye.